Los AirPods son unos audífonos intrauriculares y, como este último término indica, se han de llevar en la oreja para que sean funcionales. No, no son un altavoz, aunque eventualmente pueden servir como altavoces. Que no es equiparable a un equipo pensado para ello es algo evidente, pero faltaba saber hasta qué punto son funcionales.
En redes sociales como TikTok o Instagram se está volviendo a viralizar un viejo truco con el que convertir unos AirPods en un altavoz. Y bueno, ya te adelantamos que funciona, aunque el resultado no es ni muchísimo menos el que podrían esperar los más optimistas.
Dos simples tazas son los ingredientes para convertir unos AirPods en un altavoz
No hace falta nada más para esta acción que tener dos tazas o dos vasos. En mi investigación de este truco, que desde luego no servirá como parte de una tesis doctoral, he llegado a leer que dependiendo del material de la taza e incluso si añadíamos algo de papel mejoraría la cosa. Pues bien, te hablaré más adelante de los resultados, pero ya te adelanto que en realidad es indiferente.
La idea de todo es utilizar es simple y sencilla: introducir cada audífono en uno de los vasos, con la idea de que luego al reproducir contenido se amplifique gracias a la superficie que les rodea en esas dos tazas. Sí es recomendable tenerlos ligeramente inclinados, para lo cual si favorece que sean vasos de plástico y que se ajusten con un par de clips.
La idea es que los auriculares queden más o menos así en la taza
No obstante, lo más importante de todo es tener cuidado de no romper la taza o el vaso. En mis intentos por colocar en la mejor posición posible los vasos casi se me caen al suelo. No sería un drama enorme que te ocurra, pero desde luego que no merece la pena arriesgar la vajilla para un simple truco que es un tanto inefectivo.
Alguna cosa buena y muchos inconvenientes en este 'hack'
Yendo al grano diré que el hack funciona, sí, pero a medias. Más en la media para abajo que en la media para arriba. Amplifica el volumen de los auriculares y por tanto consigue ese propósito, así que eso ya le hace ganarse al menos el suficiente. Sin embargo, la cantidad de inconvenientes que se generan hacen que no merezca la pena.
Con almohadillas, sin ellas, en tazas, en vasos de cristal… El efecto es similar al final en todos los casos
En las pruebas que realicé con distintos vasos, tazas y posiciones de los mismos experimenté al final lo mismo. Y es que sigue siendo un volumen demasiado bajo en comparación simplemente con el altavoz de un iPhone en sus niveles más bajos. De igual modo, se pierden muchos matices en el sonido, algo especialmente perceptible en la reproducción de música.
También está el hecho de que resulta incómodo tener por ahí dos tazas con los auriculares dentro, ya que implica que tengamos que estar mirándolos de reojo continuamente por si se caen o echan a rodar con el peligro de que se destrocen al golpearse con el suelo.
Aunque si hay algo a destacar negativamente es que se desconectan casi de forma constante y hay que estar cada dos por tres conectándolos de nuevo al iPhone. Y en parte es normal, ya que son auriculares pensados para estar en un oído y al no detectar que están sobre la piel, sencillamente se desconectan.
Como apunte extra, decir que lo probé con AirPods Pro 2, tanto con las almohadillas puestas como sin ellas. Y para mi nula sorpresa, esto tampoco supuso un cambio en mi experiencia, dado que en ninguno de los casos sentí que pudiese ser algo útil más allá de la curiosidad. No es que no lo intuyese o que probarlo me haya supuesto horas de esfuerzo, pero ahora ya con pleno conocimiento de causa puedo decir que es un tanto absurdo.
Mi conclusión es que el mejor hack no es un hack y ya lo tienes cerca: el iPhone. Se entiende la idea de buscar un altavoz mejor que el del iPhone para según qué circunstancias y de ahí que convertir los AirPods en ello suene interesante. Sin embargo, vista cómo es la realidad, lo mejor es recurrir a los altavoces del propio iPhone al que conectamos esos AirPods. No serán los mejores altavoces, pero tienen muy buena calidad y desde luego que mucho más que los AirPods metidos en dos tazas. No creamos todo lo que se ve en redes sociales.
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