La peculiar personalidad de Steve Jobs nos ha dejado innumerables anécdotas a lo largo de los años. Desde pedir que despidieran a la cúpula directiva de Starbucks hasta una mansión colonial española en California que intentó derribar. Todas estas historias son increíbles, pero pocas tan singulares como la vez que fue detenido en un aeropuerto japonés por intentar subir armas ninja a su jet privado. Lo que en su momento pareció una historia absurda, ahora cobra sentido cuando la analizamos en el contexto de la fascinación de Jobs por la cultura japonesa y su peculiar forma de ver el mundo.
Un día de viaje más en la vida de Steve Jobs... o no tanto
Era el verano de 2010 y Steve Jobs se encontraba finalizando sus vacaciones en Japón. Como era habitual en él, había dedicado parte de su tiempo a explorar la cultura japonesa, una pasión que lo había llevado a coleccionar desde cerámica tradicional hasta, aparentemente, estrellas ninja. Lo que nadie esperaba es que estas últimas le causarían un problema considerable en el Aeropuerto Internacional de Kansai.
Según informó Bloomberg y la revista japonesa SPA!, los agentes de seguridad del aeropuerto se encontraron con una sorpresa durante el escaneo rutinario del equipaje de Jobs. Entre sus pertenencias detectaron varias estrellas ninja, esas armas tradicionales japonesas que, evidentemente, están prohibidas en el equipaje de mano.
La respuesta de Jobs ante la situación fue, como no podía ser de otra manera, completamente fiel a su carácter. Según los testigos, el CEO de Apple no dudó en argumentar que las reglas de seguridad no deberían aplicarse a él. Su lógica era simple y, en su mente, irrefutable:
¿Por qué iba a secuestrar mi propio jet privado?
Esta reacción no sorprendería a nadie que conociera a Jobs. Era típico de él pensar que las normas convencionales no se aplicaban a su persona. De hecho, esta mentalidad fue la que le permitió revolucionar industrias enteras a lo largo de su carrera. Pero en esta ocasión, ni siquiera el carisma de Jobs pudo convencer a las autoridades japonesas.
Apple negó la noticia, aunque reconoció que este día (casualmente) estuvo en Japón
Como era de esperar, la noticia se propagó como la pólvora por internet. La imagen del visionario CEO de Apple siendo detenido por llevar armas ninja era demasiado jugosa como para no convertirse en viral. Apple, consciente del potencial impacto mediático, no tardó en emitir un comunicado intentando desactivar la bomba:
Steve visitó Japón este verano para unas vacaciones en Kioto, pero los incidentes descritos en el aeropuerto son pura ficción. Steve se lo pasó muy bien y espera volver a visitar Japón pronto.
Sin embargo, la rapidez y el tono de la respuesta solo sirvieron para alimentar más las especulaciones. ¿Por qué negar tan proactivamente algo si no hubiera ocurrido nada?
Para entender realmente esta historia, hay que conocer la profunda conexión de Jobs con la cultura japonesa. No era un simple turista fascinado por lo exótico. Jobs había incorporado elementos japoneses en prácticamente todos los aspectos de su vida:
- Su característico uniforme de jersey negro de cuello alto fue creado por el diseñador japonés Issey Miyake
- Era un habitual en Jinshō, un restaurante de sushi en Silicon Valley donde tenía su mesa preferida
- Coleccionaba artesanía japonesa con la misma pasión con la que diseñaba productos Apple
En el fondo, esta historia de las estrellas ninja es un perfecto ejemplo de por qué Steve Jobs era Steve Jobs. Un genio que vivía en su propio universo, donde las normas convencionales no siempre se aplicaban a él. Ya sea verdad o ficción, el incidente muestra que Jobs era único.
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