Cuando Apple anunció los nuevos iPhone 13 y iPhone 13 Pro presentó al mundo su procesador móvil más avanzado: el A15 Bionic. En su presentación Apple afirmó que este SoC era un 50% más rapado que la competencia, una cifra sorprendente que ahora resulta que aún queda corta.
Un procesador aún más rápido de lo que el marketing afirma
Afirmar que un procesador es más rápido que la competencia es mucho decir. Hay mucha competencia, por lo que afirmar, además, que la mejora de velocidad es del 50% es aún más atrevido. Esto es lo que pensaron en AnandTech, donde hoy han publicado una investigación exhaustiva del A15 con una interesante conclusión: en Apple se quedaron cortos.
En comparación con la competencia, el A15 no es +50 más rápido como afirma Apple, sino más bien +62% más rápido. Si bien los núcleos más potentes de Apple tienen más consumo de energía, todavía son mucho más eficientes energéticamente.
Recordemos que el A15 está fabricado, por TSMC, usando una tecnología de 5 nanómetros mejorada. Lo que la compañía con sede en Taiwán llama una "versión con mejor desempeño", permite a Apple hacer trabajar el procesador a una mayor frecuencia y mantener igualmente el consumo energético y la generación de calor a niveles bajos.
Además, tal como recogen en AnandTech, el A15 tiene una caché de sistema de 32MB, el doble que el A14. Esto hace que la competencia empequeñezca y es "un factor clave en la potencia y eficiencia del procesador, que es capaz de acceder a la memoria en el mismo silicio en lugar de tener que salir fuera a una memoria DRAM más lenta e ineficiente".
Siguiendo con las mejores internas nos encontramos con que la caché de nivel 2 de los núcleos de alto rendimiento del A15 ha aumentado de 8 a 12 MB. Un cambio que desde AnandTech califican de "enorme", ya que ahora el A15 ahora tiene la misma memoria L2 que el M1 y el doble que procesadores similares como el Snapdragon 888.
Los núcleos de alto rendimiento del Apple A15 son extremadamente impresionantes: por lo general, los aumentos en el rendimiento siempre vienen con algún tipo de déficit de eficiencia, o al menos eficiencia plana. Apple aquí, en cambio, ha logrado reducir la potencia mientras aumenta el rendimiento, lo que significa que la eficiencia energética mejora en un 17 % en los estados de máximo rendimiento en comparación con el A14.
Cuando Apple presentó los procesadores Apple silicon en la WWDC de 2020 ya explicó que el objetivo de los chips de la compañía era acabar con el binomio consumo-potencia que caracteriza a Intel. Con el A15, tal como recogen en AnandTech, Apple ha conseguido aumentar el rendimiento y al mismo tiempo reducir el consumo energético, un hito doblemente impresionante.
La estrategia de Apple de retirar el foco de atención de la potencia bruta para centrarse en mejoras puntuales y en optimizaciones nos está trayendo grandes alegrías. El resultado acaba siendo un procesador que, sin consumir o calentarse en exceso, nos ofrece más que suficiente potencia para que nuestros dispositivos vuelen.
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