El director general del servicio de seguridad británico, Andrew Parker, defiende un "acceso excepcional" a los mensajes cifrados. Este es uno más de los episodios entre la parte de las autoridades gubernamentales y la parte de las compañías tecnológicas y los usuarios.
En cifrado no hay cabida para medias tintas
La seguridad de todas las comunicaciones actuales es posible gracias al cifrado. No hablamos de la privacidad de una conversación con un amigo a través de iMessage, hablamos de usar Apple Pay Cash para enviar dinero o de sincronizar de forma segura las credenciales de acceso a nuestra cuenta bancaria.
En el cifrado de extremo a extremo, donde solo nosotros y la otra parte puede descifrar una comunicación, no existen términos medios. O la comunicación es segura o no lo es. ¿Por qué? Pues porque los servidores por los que circula la información cifrada no tienen acceso a las claves con la que se cifra.
Introducir un sistema para acceder a estas claves representa introducir un agujero de seguridad enorme en todas las comunicaciones. Como ya ha expresado Tim Cook en otras ocasiones: "no puedes tener una puerta solo para los buenos", los malos van a encontrarla, "debilitar el cifrado sería el equivalente a un cáncer".
Pese a la resistencia de las empresas tecnológicas y de gran parte de la sociedad, que hasta ahora han conseguido mantener a raya los diversos intentos de minar los métodos de cifrado, el Reino Unido sigue empeñado en peticiones vacías. Hace tiempo que defienden que los servicios de mensajería cifrados, como Telegram, WhatsApp o iMessage, representan un "lejano oeste" de espacio sin regular donde los terroristas pueden campar a sus anchas.
Según palabras de Andrew Parker le parece "cada vez más desconcertante" que agencias de inteligencia como la suya no puedan leer fácilmente los mensajes secretos de los sospechosos de terrorismo que están vigilando.
Espantando moscas a cañonazos
A primera vista la petición del director del MI5 parece sensata. Tienes el contenido cifrado para todo el mundo y presentando una orden judicial se accede al contenido. ¿Cuál es el error de este enfoque? Muy sencillo, es completamente imposible. Debilitar un sistema de cifrado con la esperanza de que solo las fuerzas de la ley aprovechen esa debilidad es, a todas luces, esperar demasiado.
Pero sobre todo, y es algo que habrá llamado la atención a más de un lector, ¿realmente creemos que los terroristas planean sus atentados en WhatsApp? En un esfuerzo de imaginación digamos que así es, de acuerdo. Si dejamos que los gobiernos conviertan a WhatsApp en una herramienta de comunicación sin cifrado ¿qué pasará? que los que necesiten cifrado acudirán a otros servicios. Cuando ningún servicio tenga cifrado se utilizarán mecanismos de cifrado personalizados. ¿Declararán ilegal el cifrado? probablemente será la menor de las preocupaciones del colectivo que el Reino Unido dice perseguir a través de WhatsApp.
Aquellos que cedan libertades esenciales para comprar un poco de seguridad, no merecen ni lo uno ni lo otro y acabarán perdiendo ambas - Benjamin Franklin.
Por supuesto debe haber un equilibrio entre la seguridad de nuestras comunicaciones y la investigación delictiva, pero, que no sea peor el remedio que la enfermedad, que no acabemos perdiendo ambas. Los sistemas informáticos nos mantienen seguros, el cifrado de las comunicaciones nos mantiene seguros, ¿o queremos que cualquiera acceda a los ordenadores que controlan la red eléctrica del país? Desconocemos las cifras totales de personas investigadas por el MI5, pero la proporción respecto al total de usuarios de herramientas de comunicación no puede alcanzar ni el 1%. Poner en riesgo a miles de millones de personas por investigar a unos cuantos miles parece notablemente desproporcionado.
Así se expresa el portavoz de "Privacy International", un grupo para los derechos humanos en la tecnología:
La realidad es que estas grandes plataformas tecnológicas son empresas internacionales: dar acceso a la policía del Reino Unido significaría establecer un precedente que la policía de todo el mundo podría utilizar para obligar a las plataformas a vigilar a los activistas y a la oposición, desde Hong Kong hasta Honduras".
Con peticiones como las de Reino Unido en este caso, o el FBI en el caso de un par de tiroteos, parece que las agencias de inteligencia quieran hacer que la opinión pública vea el cifrado como algo innecesario y negativo. ¿Será que se habían mal acostumbrado a monitorizar todas las comunicaciones de todo el mundo? Da esta sensación, la verdad.
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