Es oficial: el Departamento de Justicia estadounidense ha propuesto medidas drásticas contra Google. La más sorprendente es la obligación a la compañía de vender Chrome, su popular navegador web. Pero la cosa no queda ahí, ya que también se pone en jaque la alianza entre Google y Apple para ser el motor de búsqueda por defecto.
Estamos acostumbrados a ver cómo desde la Unión Europea analizan cada movimiento de Apple y piden cambios como la llegada de tiendas de aplicaciones alternativas o la posibilidad incluso de desinstalar la app de cámara. En Estados Unidos también hay una batalla legal similar, y en este caso le ha tocado al gigante Google.
Google podría verse obligado a vender su navegador Chrome
El Departamento de Justicia ha solicitado la venta de Chrome como parte de una serie de medidas para abordar las prácticas anticompetitivas de Google. La integración de Chrome con otros servicios de Google, como el buscador y la tienda de aplicaciones Google Play, ha sido señalada como la principal causa de preocupación. Al controlar tanto el navegador como el motor de búsqueda predeterminado en millones de dispositivos, Google ha creado una barrera de entrada casi insuperable para sus competidores.
Separar Chrome de Google no será sencillo, ya que, además de ser el navegador más usado del mundo, está integrado con el resto de servicios de Google, como ChromeOS, Gmail o Gemini. Vender Chrome significaría perder una gran suma de dinero. Aun así, desde hace un tiempo, Google ya está trabajando para separar ambos mundos. Por ejemplo, con ChromeOS quieren convertirlo directamente en portátiles con Android.
La venta de Chrome está valorada en 18.900 millones de euros
Encontrar un comprador sería complicado. Una inversión de tal magnitud está al alcance de pocas empresas. Microsoft no podría hacerlo por razones obvias. Apple, igual debido a su navegador Safari. Meta generaría cierta desconfianza en la población. OpenAI podría entrar en el mercado de los navegadores e integrarlo con su IA, pero otras alianzas, como las que tiene con Microsoft o Apple, podrían generar tensiones.
Quizás lo más fácil sería que lo comprase una empresa similar a Oracle (o ellos mismos). Una empresa con poder adquisitivo pero más independiente en lo relacionado con la industria tecnológica. Hay que decir que la venta de Chrome sería el caso más extremo, pero ya está plasmado en la orden judicial.
Europa ya resolvió el "problema" en 2020
La cuestión de fondo es que Google aprovecha su propio navegador, Chrome, para incluir su buscador. Si es de ellos, ¿cómo van a poner otro, verdad? Bueno, pues en 2020 esto ya se trató en Europa, y la solución fue la llamada Choice Screen. Una opción que aparece a todos los usuarios europeos cuando inician Chrome por primera vez, mostrando distintos buscadores.
Android y Google Play tienen que separarse
En cuanto a Android y la Play Store, el Departamento de Justicia ha modificado su propuesta inicial. En lugar de exigir la venta completa de Android, ahora se propone una separación más gradual, desligando el sistema operativo de la tienda de aplicaciones. Esta medida busca reducir el control de Google sobre el ecosistema móvil y permitir una mayor competencia en el mercado de las aplicaciones.
La separación podría abrir la puerta a tiendas de aplicaciones alternativas y dar a los desarrolladores más opciones para distribuir sus aplicaciones en dispositivos Android. Esto es algo que en realidad ya existe. Por ejemplo, con la Galaxy Store de Samsung y otras tantas de las demás marcas. Aunque el liderazgo de la Google Play es innegable.
La alianza Google-Apple en la cuerda floja
Una de las medidas más impactantes propuestas por el Departamento de Justicia es el fin de los acuerdos exclusivos. Esto podría significar el final del acuerdo entre Google y Apple, que convierte al buscador de Google en el motor de búsqueda predeterminado de Safari. Este contrato se estima que genera ganancias de miles de millones de dólares anuales para Apple y ha sido durante mucho tiempo un pilar fundamental para ambas compañías.
Su fin impactaría tanto en la visibilidad de Google como en los ingresos de Apple, obligando al usuario a elegir el motor de búsqueda al inicio (algo que ya sucede en la UE). Muchas personas sin tanta experiencia con la tecnología no saben qué escoger entre tantas opciones. De hecho, esto es algo en lo que se basa Google para hacer la "contrademanda".
Google no se queda de brazos cruzados ante estas propuestas
Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de Asuntos Regulatorios de Google, ha respondido a estas medidas:
El Departamento de Justicia sigue impulsando una agenda radical que va mucho más allá de las cuestiones legales de este caso. El hecho de que el Gobierno ponga el pulgar en la balanza de esta manera dañaría a los consumidores, los desarrolladores y el liderazgo tecnológico estadounidense, precisamente en el momento en que más se lo necesita.
El futuro de Chrome y la alianza Google-Apple se decidirá en 2025
El juez Amit Mehta, responsable del caso, ha fijado una audiencia de dos semanas para abril de 2025, donde se discutirán los cambios que Google debería implementar. El veredicto final está previsto para agosto de 2025. Mientras tanto, la industria tecnológica contiene la respiración. Las consecuencias de este caso podrían extenderse mucho más allá de Google, sentando precedentes para otras gigantes tecnológicas y cambiando el panorama digital a nivel global.
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