Hace tiempo que Apple nos ofrece la posibilidad de grabar varios dispositivos para añadirles un nombre, una frase o un emoji. En ocasiones esta posibilidad es realmente interesante, mientras que en otros tiene algunos puntos en contra. En uno de los dispositivos en los que más importante es acertar con la decisión es en los AirPods.
Los auriculares personalizados son una tendencia que está ganando popularidad en el mercado. Tener unos auriculares con un grabado o diseño único puede ser muy útil en diferentes situaciones, pero también puede traer consecuencias en el momento en el que queremos venderlos o regalarlos. Veamos los argumentos a favor y en contra.
Una personalización interesante, pero…
Uno de los principales beneficios de personalizar unos AirPods es que puede ayudarnos a diferenciarlos en caso de que se compartan en una empresa o en un hogar con varias personas. Por ejemplo, si una empresa proporciona auriculares a sus empleados para su uso en el trabajo, puede ser útil tener un diseño personalizado para cada uno de ellos. De esta manera, se evitarán confusiones y cada empleado sabrá de qué auriculares es usuario.
De forma similar, la empresa puede preferir aplicar un diseño común a todos ellos para tener claro cuáles son los que pertenecen a la empresa y cuáles pertenecen a los empleados. Una forma de distinguirlos y de darles un toque más institucional a estos AirPods.
Para las familias que utilizan el mismo modelo de auriculares en casa, personalizarlos también puede ser una buena idea. Si nosotros tenemos unos AirPods Pro 2 y otro miembro de la familia prefiere los AirPods 3, mientras que el más pequeño de la casa cuenta con unos AirPods de segunda generación, distinguirlos es fácil, pero esto no siempre ocurre así.
Si hay más de un par de auriculares del mismo modelo, cada miembro de la familia puede tener sus propios AirPods con un diseño o grabado que los identifique, lo que ayudará a evitar confusiones y a mantener un orden en el uso de los mismos. Un recurso todavía más interesante cuando estos AirPods se vienen de viaje con nosotros y acaban mezclados en el equipaje.
Expuesto todo esto, hay algunos aspectos negativos que se deben tener en cuenta al personalizar unos AirPods. Uno de ellos es que, dependiendo del tipo de grabado o diseño que elijamos, puede dificultar su posterior venta o regalo. Por ejemplo, si se elige un diseño muy personal o que no es del gusto de la mayoría de las personas, puede ser más difícil encontrar un comprador o un destinatario para los auriculares. "Te queremos Mamá" es un tierno claro ejemplo de ello.
Aquí, si realmente queremos optar por el grabado, pero queremos tener en cuenta la reventa de los AirPods, lo mejor es optar por algún emoji al que cada uno pueda dar su significado. Un simple corazón, un sol, una carita sonriente o un emoji de unos auriculares, sin ir más lejos, son bastante universales y nos permiten diferenciarlos sin aportar un significado explícito al grabado.
Por último, recordar que, si bien el grabado es la forma más fácil de distinguir de quién son unos AirPods, tenemos otra opción. Y esta es abrirlos junto a nuestro iPhone. Un mensaje de "Estos no son tus AirPods" nos lo indica claramente y, tras abrir dos o tres de los estuches de carga, hemos de poder encontrar nuestros auriculares fácilmente.
En todo caso, grabar o no grabar unos AirPods es algo que debemos considerar a la hora de comprarlos. El grabado en sí es gratuito, pero conlleva algunas consecuencias. Puede que lo necesitemos, puede que podamos pasar con otras alternativas. En todo caso, tengamos en cuenta los argumentos a favor y en contra de la decisión.
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