No creo que haga falta que os lo recuerde: Apple ha renovado recientemente el Mac mini, dotándolo por fin de hardware actual después de demasiados años aguantando con componentes que ya eran demasiado antiguos. Así que si esperabas adquirir un Mac de sobremesa, ahora parece un buen momento para hacerlo.
Pero claro... el Mac mini no es el único ordenador de sobremesa que tiene Apple. Tenemos el iMac, que combina un hardware decente con la calidad de una pantalla retina. Y si comparamos prestaciones, necesidades y precios, al elección no se hace tan fácil como uno se puede imaginar a priori. Pongamos todos los datos encima de la mesa.
Cuidado: el Mac de sobremesa ya no se enfoca tanto al público general
Lo primero que hay que decir es que, como siempre, todo depende de tus necesidades. Y cuidado si esas necesidades son básicas, porque aunque sea algo que siempre puede provocar debates hay que decir que el Mac está cada vez más alejado de las personas que tengan necesidades generales.
Sólo hay que ver cómo Apple ha cambiado el enfoque del Mac mini: ha pasado de ser el Mac económico para quien tenga necesidades básicas a ser un Mac específico para ciertos profesionales. En la keynote no paramos de ver cómo se enfocaba a editores de audio, de vídeo, a programadores... en ningún momento se dijo que el Mac mini iba a cubrir las necesidades de la gran mayoría del público general.
¿Dónde ha ido a parar pues ese Mac mini barato que cubre necesidades básicas? Pues ese Mac mini ahora se llama iPad. Y no hablo del iPad Pro, si no del iPad de 349 euros que cubre perfectamente las necesidades básicas de consultar el correo, pasearse por las redes sociales, ver contenido en vídeo y escribir alguna cosa esporádica. Apple quiere que el iPad sea el nuevo Mac del público general, y con el márketing del Mac mini ha quedado más que claro.
Más conclusiones:
— Eduardo Archanco (@eaala) 6 de noviembre de 2018
- El iPad se vende en un ratio de 2:1 frente al Mac.
- La base instalada del iPad es más de dos veces la del Mac.
Parece que mientras nos preguntamos si el iPad es un ordenador, millones de personas ya lo tienen claro.
iMac vs Mac mini: la batalla está servida
Debates aparte sobre lo que hemos dicho, vamos a suponer que eres una persona que ni quiere una tableta para cubrir esas necesidades básicas ni tampoco quiere un MacBook Air porque prefiere tener algo fijo en una mesa de trabajo. Puesta esa base, vamos a ver qué podemos adquirir ahora mismo.
Empecemos con el Mac mini. Por un precio base de 899 euros tenemos un Intel Core i3 de cuatro núcleos, 8 GB de memoria RAM, 128 GB de almacenamiento SSD y unos gráficos integrados Intel UHD 630. No subestimemos esos gráficos integrados: el Mac mini puede aguantar una pantalla 5K (o dos 4K y pantallas adicionales con la conexión HDMI. Y eso ya es mucho.
Nos faltaría ver el rendimiento de ese procesador Core i3 de cuatro núcleos (ampliable a uno de seis), pero viendo que Apple promete un rendimiento cinco veces mejor que las anteriores generaciones del Mac mini daremos por sentado que se trata de un Mac con la potencia más que suficiente como para poder cubrir las necesidades del público general.
Miremos ahora algo equivalente con el iMac. Tenemos el modelo básico de 21,5 pulgadas sin pantalla retina y con un procesador de séptima generación a 2,3 GHz, 8 GB de memoria RAM y un disco duro de 1 TB por un precio de 1305 euros.
Aquí, basándome en la experiencia que he tenido con mis clientes, no tengo dudas: nos decantaríamos por el Mac mini. La razón es que el disco de 1 TB, aunque tenga mucha más capacidad, es mecánico y trabaja a 5400 RPM. Eso provoca un cuello de botella muy grande en ese Mac, y su velocidad termina siendo muy lenta.
Para comparar bien las especificaciones del nuevo Mac mini (procesador de cuatro núcleos, almacenamiento SSD...) y tener algo parecido a ellas tendríamos que irnos hacia la gama media del iMac de 21,5 pulgadas. Core i5 de cuatro núcleos, 8 GB de memoria RAM, cambiamos ese disco mecánico de 5400 RPM por un SSD (nada de Fusion Drive aquí)... y nos queda un iMac con unas prestaciones fantásticas. Pero claro, hay que gastarse 1.745,59 euros. Casi el doble de la inversión que supone un Mac mini.
¿Cuál es la diferencia? Pues que el Mac mini no cuenta con pantalla, y el iMac que hemos puesto al lado tiene un flamante panel 4K completamente integrado (además de cámara FaceTime, no nos olvidemos de ella). ¿Cuánto puede costar añadir una pantalla 4K retina equivalente al Mac mini? Pues el monitor LG UltraFine 4K se vende por 749 euros. Así, un Mac mini con esa pantalla 4K se queda por 1.648 euros. Ligeramente más barato.
Por esa poca diferencia de precio, comprar el Mac mini y la pantalla 4K por separado no vale demasiado la pena. Mejor coger ese iMac de gama media y tenerlo todo en un sólo producto, a menos que por alguna razón te interese poder llevarte el Mac mini cómodamente entre varios sitios usando una pantalla diferente en cada uno de ellos. Lo que sí que desaconsejaría es la compra del iMac básico por mucho dinero que nos ahorremos, por ese cuello de botella que provoca el disco duro mecánico de 5400 RPM. Es una tecnología que hay que dejar atrás, en todos los casos y necesidades.
¿En qué casos me inclinaría por la compra del Mac mini? Pues por ejemplo en el caso de tener ya un monitor en casa que queramos aprovechar. O en el caso de que no nos importe prescindir de las resoluciones retina, porque entonces las pantallas externas pasan a tener un precio mucho más asequible. Y con la cantidad de opciones de conectividad que tiene ese nuevo Mac mini, usar cualquier otro monitor no supone ningún problema.
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