¿Te ha pasado que llegas media hora antes al trabajo, con tus amigos...? O bueno, siempre ves cómo los demás llegan antes, pero tú no. Más allá de la puntualidad, llegar siempre antes a los sitios, ahora sabemos por qué algunas personas siempre van un paso por delante. Un estudio psicológico nos ayudará a entendernos mejor a nosotros mismos o a esas personas que siempre aparecen antes, tanto que incluso puede llegar a ser incómodo.
Qué hay detrás de anticiparnos siempre a todos
¿Pero por qué algunas personas están siempre adelantadas? El psicólogo británico Oliver Burkeman explica la razón de ello. Ser extremadamente puntual puede parecer responsable y organizado, pero también revela tendencias al estrés y la ansiedad.
Los expertos han identificado varios factores que pueden llevar a alguien a estar siempre un paso más allá. Y sí, aunque muchas veces es algo que se puede moderar, hay otras en las que el subconsciente puede jugar una mala pasada.
- Necesidad de control: algunas personas se adelantan por miedo a imprevistos o para tener todo bajo control. Puede suceder en entornos laborales competitivos o con personalidades perfeccionistas.
- Negatividad: también puede haber tendencia a imaginar los peores escenarios posibles, anticipándose a problemas que rara vez ocurren.
- Autocontrol extremo: un estudio de la Universidad de San Diego reveló que las personas extremadamente puntuales tienen un gran control sobre sí mismas.
- Preocupación por la imagen: existe una fuerte necesidad de evitar el caos y mantener una imagen de responsabilidad ante los demás.
Llegar pronto o a la hora acordada, por supuesto, es una muestra de respeto a los demás. Pero es muy diferente hacerlo por tener ansiedad o necesidad de control extremo. Los expertos coinciden en que la clave está en encontrar el equilibrio entre estar preparado y no caer en la ansiedad por el futuro. Después de todo, como decía el propio Jobs: "Tu tiempo es limitado, no lo malgastes viviendo la vida de otro".
Steve Jobs: el visionario siempre adelantado
Cuando hablamos de personas famosas por su tendencia a anticiparse, Steve Jobs es quizás el ejemplo más icónico en el mundo de la tecnología. El fundador de Apple era conocido por su capacidad para prever tendencias y estar siempre un paso por delante en innovación. Tanto que nos creó la necesidad del iPod, iPhone, iPad... Además, Steve Jobs no solo era un maestro en adelantarse a lo que el mercado necesitaba; también era famoso por ser extremadamente controlador con su agenda.
Recuerda la mítica presentación del iPhone en 2007: Steve Jobs estaba orquestando un evento que había planificado meticulosamente. El iPhone era inestable y un paso en falso podía arruinar todo. Planificó cada gesto, pulsación, aplicación que abría... Incluso tenía que cambiar de iPhone cada determinado tiempo sin que se diesen cuenta para no bloquear las aplicaciones.
Volviendo a esa anticipación del mercado y las personas, según su biógrafo Walter Isaacson, "Steve tenía una habilidad casi sobrenatural para anticipar lo que la gente querría antes de que ellos mismos lo supieran". Tim Cook, actual CEO de Apple, comentó tras su fallecimiento: "La visión de Steve iba más allá de lo inmediato. Siempre estaba pensando en el próximo gran salto, lo que nos empujaba a todos a mirar más allá del horizonte".
Es muy diferente anticiparse a llegar pronto, pero puedes aprovechar tu habilidad
Estar preparado es esencial, y si la anticipación tiene una razón justificada, como en el caso de la "visión futurista de Steve Jobs", puede ser tremendamente buena para ti, sobre todo en el ámbito empresarial. Sin embargo, incluso él podía acabar estresando a algunos compañeros con su constante impulso hacia adelante y su enfoque controlador.
Además, en trabajos o relaciones en las que ese "adelantamiento" no es tan importante, puede volverse un arma de doble filo. De hecho, la psiquiatra Marian Rojas afirma que el 90 % de las cosas que nos preocupan jamás suceden. Sin embargo, pasamos mucho tiempo pensando (y desgastándonos), planeando reacciones y soluciones a esos problemas que solo existen en nuestra cabeza. ¿Y si me dice tal? ¿Y si cuando haga esto no les gusta? ¿Tengo que ir preparando una alternativa? Es importante conocernos a nosotros mismos y pararnos a pensar si nos beneficia o nos está perjudicando más que ayudando. Como todo en la vida, se trata de encontrar un equilibrio y tener la capacidad de reconvertir las situaciones y pensamientos en algo más positivo.
Fuente | BBC
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