La tremenda utilidad de gestión de notificaciones que son los modos de concentración llegaron con iOS 15 y han mejorado sustancialmente en iOS 16. Si bien a simple vista parecen algo similar a poder desactivar las notificaciones de ciertas apps, lo cierto es que el sistema va mucho más allá de ello y nos permite establecer patrones que, al final, nos ayudan mucho en el día a día. Quiero, justamente, contaros lo mucho que me han ayudado los modos de concentración a reducir distracciones.
Pocos modos, pero bien configurados
Tengo cuatro modos de concentración configurados en mis dispositivos. En primer lugar, está No molestar, que evita cualquier notificación a excepción de las notificaciones de las que provengan de mi familia cercana, que siempre pueden localizarme. De forma similar cuento con el modo Descanso, que se comporta exactamente igual. El motivo de tener dos modos de concentración iguales es que ambos son predeterminados y se integran muy bien en el sistema.
El modo Descanso se activa automáticamente durante la noche, mientras que el modo no molestar se activa con una pulsación de una tecla en el Mac, algo que suelo usar muy a menudo. Más allá de estos dos modos, uso también Tiempo libre y Trabajo. Cada uno de ellos cuenta con una selección de apps y personas en la lista blanca y, además, permiten el paso de las Notificaciones importantes, que pueden tener que saltar en algún momento dado.
Gracias a estos cuatro modos puedo regular la forma en que me llegan las notificaciones. Y quisiera detenerme un segundo en lo que considero un elemento clave: ¿Qué es una notificación? ¿Es la información? ¿Es el indicador rojo en una app? ¿Es el aviso? Dependiendo de como las entendamos puede ser todo a la vez.
Notificación e información son dos cosas distintas, pero íntimamente relacionadas
Es evidente que podemos desactivar las notificaciones de muchas apps. Mi respuesta predeterminada cuando al abrir alguna app esta me pide enviar notificaciones suele ser que no, debo considerar con bastante cuidado si se lo permito. Aun así, a veces, desactivar demasiadas notificaciones puede tener un efecto contraproducente. Al final, la información que nos dan muchas apps es fundamental. En mi caso, por ejemplo, debo estar informado de la actualidad de Apple. Por lo que desactivar demasiadas notificaciones me llevaba a tener que abrir y consultar las apps manualmente.
Así, donde creo que destacan los modos de concentración es en evitar las interrupciones de los avisos. Que en un momento dado tenemos tiempo para consultar el iPhone y vemos un mensaje, un correo o cualquier tipo de información y decidamos atenderla es muy distinto a que esta nos irrumpa.
Pero para mí, hay algo más. Ante un sinfín de notificaciones, la respuesta natural es terminar ignorándolas todas, también las importantes. Gracias a los modos de concentración podemos filtrar estas notificaciones, sean muchas o pocas, y sabremos que todas ellas son de interés para el momento. En un modo Trabajo, por ejemplo, pueden llegarnos decenas de mensajes en un momento dado, pero sabiendo que tenemos que atenderlos, les prestamos una atención distinta. Las notificaciones pasan de ser un "estorbo" a una "utilidad".
En este sentido iOS 16 va un paso más allá permitiéndonos ocultar información dentro de las apps. Si tendemos a distraernos con ciertas informaciones, aunque estas no hayan llegado en forma de aviso este cambio es para nosotros. Más allá de evitar que las notificaciones llamen nuestra atención a deshora, gracias a iOS 16 podemos filtrar y ver solo la información que elijamos, ya hablemos de cuentas de trabajo o personales en Mail, de remitentes de Mensajes o de diferentes calendarios en Calendario, por citar algunos ejemplos.
En combinación con poder evitar los avisos de determinados temas en determinados momentos, filtrar distracciones en el momento en que consultamos las notificaciones que sí nos interesan es realmente interesante. Es más que evitar distraernos, a veces recordar temas pendientes de otras áreas, ya sea la personal o la profesional mientras estamos trabajando o de tiempo libre, puede ser incómodo.
Con todo esto quiere ser una recomendación de que, cuando tengamos un momento, dediquemos 15 minutos a configurar bien los modos de concentración. Una configuración, por cierto, que se sincroniza con todos nuestros dispositivos. Creo que bien utilizados facilitan mucho la gestión de la información, evitan distracciones e incrementan tanto nuestra productividad como la paz mental, por decirlo de algún modo. Algo, esta claro, muy de agradecer.
Imagen | Rahul Chakraborty
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