Si nos pensábamos que Intel iba a quedarse de brazos cruzados mientras los medios y usuarios alababan los Mac con Apple Silicon, es que estábamos muy equivocados. Porque Intel ha decidido bajar al barro y mancharse con tal de mitigar el efecto sorpresa de estos procesadores. Y lo ha hecho con su propio set de benchmarks, cuidadosamente escogidos para vapulear a los MacBook Air y Pro con M1 de Apple.
El problema es que en muchos casos, la comparativa es dudosa. Y en otros, cambia el procesador con el que se compara para poder mejorar sus resultados. Veamos cómo.
Las pruebas de Intel para comparar su 11ª generación con el M1
Desde PCWorld han recogido la presentación elaborada por Intel donde se comparan dos equipos. En el primer caso, tenemos un MacBook Pro M1 con 16GB de RAM, en el segundo, un PC sin especificar pero con un Intel Core i7 de 11ª generación (1185G7) y 16GB de RAM. Al no mencionar el modelo de PC que monta este chip y memoria, replicar los tests para comprobar su veracidad va a ser complicado.
Cuando echamos un vistazo a las pruebas, vemos cómo Intel ha decidido optar por comparar funciones muy específicas. Así, para las pruebas de productividad ha utilizado Chrome y Office en ambas plataformas y con las versiones nativas. El procesador de Intel supera con gran holgura en la mejora de fotos, la exportación de un PowerPoint a PDF y ordenar grandes cantidades de datos en Excel.
La mayor sorpresa en rendimiento de los Intel Core de 11ª generación viene en las pruebas de Topaz Labs. Aquí, su procesador sea seis veces mejor que el M1 de Apple. Debemos indicar que Topaz Labs tiene sus apps específicamente diseñadas para aprovechar la aceleración del hardware de Intel. Un punto muy a tener en cuenta en la comparativa, dado que al hacer tests en el Mac con M1 no se emplean apps que también aprovechan mejor su hardware. En el apartado de Adobe, hay que recordar que aún se encuentra en beta para los Mac M1 y aún hay funciones que ni siquiera están presentes.
Es de sobra conocido que los Mac no es la plataforma ideal si lo tuyo es el gaming. A pesar de ello, los M1 puntúan bastante bien en aquellos juegos que sí están presentes en la plataforma (con Intel señalando aquellos que no lo están).
Para el test de batería, Intel hace aquí un cambio tanto en el equipo de Apple como en el suyo. Cambia a un MacBook Air, cuya autonomía es menor que el MacBook Pro comparado hasta ahora, mientras que del lado de Intel tenemos un i7 1165G7 de Acer. Para la prueba, utilizan Safari y Chrome, ambos modelos con 250 nits de brillo.
El resultado es muy parecido para ambos equipos, con poco más de 10 horas de autonomía y el Mac ligeramente por delante. El caso es que Intel ha elegido el Mac con M1 de menor autonomía para el test, utilizando Safari para ver un streaming de Netflix en vez de la app de Apple TV, donde Apple asegura se obtienen 18 horas (la prueba con 250 nits probablemente de menos horas, pero más que esas 10).
Benchmarks elegidos para reforzar el sesgo de Intel
En general, este tipo de afirmaciones deben ser corroboradas por usuarios y prensa especializada en situaciones de uso real. Mientras que los Mac M1 han recibido reviews muy buenas en todos estos apartados, aún no hay suficientes modelos con estos procesadores para compararlos en un uso del mundo real.
También llama la atención que, cuando existen apps o funciones que aprovechan mejor los procesadores de la firma de Santa Clara, no hacen lo mismo en el caso de los M1 de Apple. Sucede al utilizar Chrome en vez de Safari, Safari y no la app Apple TV o utilizar la suite de Adobe, que aún se encuentra en beta y tiene funciones que ni siquiera están activadas. Por no mencionar el cambio en el modelo para el test de batería, utilizando el que menor autonomía tiene en el caso del Mac.
Es interesante ver que, en este último punto, Intel no menciona en absoluto la ausencia de ventilador en el MacBook Air (así como el silencioso funcionamiento del MacBook Pro). Un punto muy a tener en cuenta pero que no es relevante en las pruebas del fabricante.
Cada fabricante está en su derecho de comparar aquello en lo que más destaca sobre el resto. Pero también debe ser consciente de que sus afirmaciones deben estar bien asentadas. De lo contrario, cuando lleguen a manos de los usuarios y medios especializados, podrán sacarle los colores.
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