Discretamente, sin llamar la atención y a escondidas tras todos los rumores de nuevos dispositivos que podemos plasmar mejor en nuestras mentes, Apple sigue probando su sistema de conducción autónoma por las calles de los Estados Unidos. Es lo que han podido captar algunas cámaras por las calles del país, seguramente por California y durante la última semana.
El coche en sí no tiene nada excepcional, excepto por lo que lleva encima. A primera vista parece un iPhone 4 gigante, pero se trata de todo el conjunto de sensores y cámaras que necesita el vehículo para poder circular sin intervención humana. El desarrollador Dave Mark, de hecho, se aventura a decir en un tuit que el coche estaría siendo conducido por un humano mientras que los sensores estarían aprendiendo o recopilando datos para futuras pruebas automatizadas.
¿Cobertura anti-espionaje o estética?
Lo normal es que esos sensores estén al descubierto y se puedan reconocer individualmente, pero quizás estamos ante un intento de ocultarlos para que así la competencia no pueda adivinar con precisión qué tipo de pruebas o material están utilizando desde Apple. O eso o bien un ejercicio para "embellecer" todos esos sensores, con la idea de vender ese sistema de conducción a otras marcas a medio o largo plazo.
Llevamos muchos años ya con este tipo de pruebas, pero no nos emocionemos: esto no indica que estamos cerca de un lanzamiento, aunque sea de cara a las empresas. La compañía tiene otras prioridades en estos momentos, así que cualquier anuncio al respecto de esta tecnología podría tardar años en verse.
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