Normalmente estamos acostumbrados a imaginar y ver nuestra experiencia de uso de los productos de Apple, y eso es algo que puede cambiar mucho dependiendo de tus necesidades y hábitos. He podido comprobar eso instalando mis propios HomePod mini y ayudando a mis clientes a hacerlo en sus hogares. Con el tiempo vas viendo las reacciones del público general, y las diferencias saltan a la vista. Veámoslas una a una.
Así reacciona el público general ante un HomePod mini
- Algunas personas plantean instalaciones exageradas. Lo normal suele ser personas que pidan ayuda con la instalación de un sólo HomePod mini, pero hay quien plantea colocar un número excesivo de altavoces por toda la casa. El récord son seis HomePod originales (no los mini) en un piso.
- La calidad y la potencia del altavoz siempre sorprende. El principal motivo de las instalaciones con un número excesivo de altavoces es que muchas personas ignoran o subestiman la potencia del HomePod mini. En cuanto ven el volumen y la calidad que puede dar el altavoz, se quedan sin palabras.
- Siri suele estar subestimada. Para muchos, el HomePod mini sirve para escuchar música y nada más. No se esperan todo lo que puede hacer Siri, y suelen sorprenderse mucho cuando les muestro algunos ejemplos. También hay mucha sorpresa cuando les muestro que la conversación puede ser natural, sin necesidad de forzar las palabras o hablar alto.
- El usuario general no comprende que servicios como Spotify no se integren más. Es una diferencia simple, pero que cala: el poder decirle al HomePod que ponga un género musical o un álbum concreto hace que Apple Music coja ventaja frente a alternativas como Spotify.
- La configuración del altavoz es confusa. La aplicación Casa aún no es demasiado popular entre el público general, que no suele animarse a instalar enchufes o bombillas inteligentes. No se suele entender que para configurar un altavoz haya que ir a una aplicación llamada "Casa" y no a una llamada "HomePod", como ya ocurre con los Apple Watch.
- Tu primer HomePod mini no es tu último. Casi nadie de los que he ayudado con los HomePod mini se queda con una sola unidad. Adquieren una para probar, se sorprenden gratamente por la calidad y las posibilidades y acaban comprando como mínimo uno más. La idea de tener un par estéreo en la habitación o el salón suele ser demasiado atractiva como para resistirse a ella.
- Y por último, el HomePod mini es un puente para usar Siri en el resto de dispositivos de Apple. No veo a casi nadie usarlo en los iPhone, iPad o Mac por defecto, pero sí que aprenden a usarlo bien con el HomePod mini y luego aprovechan para trasladar lo aprendido al resto de terminales.
Imagen | Michael Soledad
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