El origen del problema que empieza con la frase "mi Mac arranca lento" puede tener muchas formas, pero lo primero que hay que mirar siempre cuando se sospeche de que un OS X podría iniciarse más rápidos son las aplicaciones que se abren automáticamente junto con todo el sistema.
La cantidad de esas aplicaciones que arranquen automáticamente no importa (hasta cierto punto), pero sí que hay que fijarse si esas aplicaciones consumen muchos recursos o si son aplicaciones que tengan una utilidad real y que no estén ahí fruto de hacer click en un anuncio de internet con malas intenciones.
Puedes ver las aplicaciones que arrancan automáticamente al iniciarse OS X en las Preferencias del Sistema, dentro del panel Usuarios y Grupos y en la pestaña Ítems de Inicio:
Es probable que veas algunas en las que se indique que tienen un tipo de ítem desconocido, que pueden ser aplicaciones que tuvieras instaladas en el pasado pero que ahora han desaparecido excepto su preferencia de arrancar automáticamente. Lo único que tienes que hacer es eliminar la aplicación de esa lista seleccionándola y pulsar en el botón "-" que hay bajo la lista. Un inciso: activar la casilla de verificación "Ocultar" no elimina la aplicación, simplemente la esconde cuando ésta se inicia.
Cierra todas las aplicaciones al apagar o reiniciar el Mac
Un último inciso: si quieres que OS X se inicie "fresco" cuando arranquemos el Mac, una cosa que puedes hacer es desactivar la casilla "Volver a abrir las ventanas al reiniciar la sesión" que tienes en el diálogo de apagar o reiniciar el Mac. De este modo todos los programas se apagarán y la memoria se liberará completamente.
Imagen | Thomas Ricker
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