Cierto, se imprime menos que antes, pero aún así sigue siendo común que imprimamos documentos en ciertos entornos, por ejemplo en oficinas. Oficinas en las que además puede haber más de una impresora a la que prestar atención para enviar los documentos a imprimir en la máquina correcta. A este respecto hoy hablaremos de la impresora predeterminada de nuestro Mac, de su nombre y de su ubicación.
Una impresora predeterminada frente a todas las demás
La gracia de la impresora predeterminada es que cuando imprimimos cierto documento no tengamos que fijarnos en la impresora que está seleccionada. Naturalmente, si solo disponemos de una, este ajuste pierde su sentido, pero en los demás casos los pasos para elegirla son los siguientes:
- En el menú Apple () elegimos Preferencias del Sistema.
- Entramos en Impresoras y escáneres.
- En la sección Impresora por omisión elegimos la que nos convenga.
Aquí veremos que una opción es Última impresora utilizada. Como su nombre indica este ajuste hará que una vez seleccionada una impresora en el panel de impresión se seguirá seleccionando la misma hasta que manualmente elijamos otra. Una opción útil, pero que conviene tener muy presente para evitar errores.
Hasta aquí, con la impresora por omisión, nos aseguraremos de enviar nuestras tareas de impresión a la máquina que deseamos. Ahora, para identificar las diferentes impresoras veamos cómo cambiarles el nombre y establecer una ubicación. Los pasos son estos:
- En el menú Apple () elegimos Preferencias del Sistema.
- Entramos en Impresoras y escáneres.
- Seleccionamos la impresora que queremos editar en la lista de la barra lateral izquierda.
- Pulsamos en Opciones y recambios.
- Establecemos un Nombre y una Ubicación.
Tengamos en cuenta que el nombre y la ubicación de la impresora es algo que solo quedará anotado en nuestro Mac. Esto significa que podemos asignarles nombres cómodos para nuestra organización con la seguridad de que los otros usuarios de la impresora podrán usar los suyos.
Cómo hemos dicho al principio del artículo cada vez imprimimos menos y tenemos menos impresoras, pero hay más de una situación en la que nos conviene tener clara la impresora que vamos a utilizar. Un ejemplo claro es si tenemos una impresora en el despacho o la oficina y otra en casa. En estos casos la impresora predeterminada y los nombres de todas las que tengamos configuradas nos serán de gran utilidad.
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