A finales de junio Apple decidió lanzar, para sorpresa de todos, una nueva gama de iMacs de entrada. Mucho se ha hablado de estos iMac, de si realmente tenían la potencia necesaria para correr OS X, si vale la pena para el tipo de usuario al que está dirigido o si el problema de que tengan la memora RAM soldada a la placa (con la consecuente imposibilidad de cambiarla) iban a ser demasiados impedimentos para disfrutar de la experiencia Mac.
Para resolver todas estas dudas hemos probado iMac de entrada durante quince días. La prueba la hemos realizado en todos los niveles, desde el día a día de alguien que tiene que trabajar con las aplicaciones normales, pasando por alguien que quiere jugar de vez en cuando con su iMac hasta ponerlo a prueba con tareas exigentes de procesamiento para conocer cómo se comporta realmente este nuevo modelo de Apple.
Un día a día perfecto
Antes de meternos en faena con toda la experiencia con este iMac de entrada, tengo que aclarar que aunque llevo siendo usuario de Mac muchos años, siempre he sido usuario de Macs portátiles, empezando por los primeros Powerbook e iBook y acabando actualmente con un Macbook Air de mediados de 2012. Por esta razón digamos que este iMac ha sido mi primer contacto con un Mac de sobremesa, por lo que el análisis está ligeramente influenciado por alguien que está acostumbrado a llevar su Mac a todas partes.
Este nuevo iMac es exactamente igual que sus hermanos mayores. Pese a ser el hermano menor de los modelos, dispone de todas las conexiones que toda la gama, con los accesorios que vienen con todo iMac y con una pantalla que pese a ser más pequeña, sigue manteniendo la calidad que encontramos en los modelos superiores.
Hemos probado el iMac durante 15 días utilizándolo como cualquier usuario normal haría, es decir, navegando todo el tiempo, consultando el correo electrónico, el Twitter, utilizando herramientas ofimáticas como Word, Excel y OpenOffice y escuchando música en streaming a través de Spotify y otras aplicaciones. Es decir, hemos realizado todos los días actividades que cualquier usuario normal haría y como era de esperar nos hemos encontrado con una experiencia más que satisfactoria.
Con el añadido de una semana de calor sofocante que tuvimos en Galicia hace unas semanas el iMac se comportó a la perfección con el uso diario, sin mostrar ninguna ralentización, problema o bloqueo. Para ponerlo a prueba incluso intenté abrir todos los programas que tenía y miles de pestañas de Chrome y Firefox a la vez y no hubo manera, el sistema se comportó perfectamente sin mostrar síntomas de debilidad.
El procesamiento con calma
Después del día a día tocaba poner a prueba el iMac y someterlo a tareas importantes de procesamiento para saber cómo se comportaría su disco duro y su memoria RAM integrada. Para ello elegimos tres actividades que cualquier usuario podría llegar a realizar en algún momento: procesamiento de RAW, vídeos con iMovie y procesamiento con Final Cut Pro:
Para las fotografías en RAW utilizamos la última versión de Adobe Lightroom y unas fotografías RAW realizadas con una Canon 6D de 30 MB de tamaño. Aunque a la hora de añadir los archivos el sistema fue completamente fluido, en el momento de procesar el sistema tuvo un ligero bloqueo de unos pequeños segundos, continuándose este tipo de bloqueo cada vez que comenzábamos a procesar una nueva foto. Como el sistema no mostró a posteriores ralentizaciones ni bloqueos a la hora de procesar las fotos, probé con las mismasen mi Macbook Air (donde realizo el procesamiento a la perfección normalmente) y vi que el bloqueo también ocurría, por lo que me inclino a pensar que puede ser más "problema" del software y su optimización que de la máquina en sí.
En cuanto al procesamiento en vídeo las pruebas no fueron tan satisfactorias. Como ya comentamos, pusimos el iMac a prueba con iMovie y Final Cut Pro X. Para ponérselo difícil decidimos utilizar vídeos en Alta Definición, consiguiendo una respuesta regular en ambos programas. iMovie resultó ser extremadamente lento tanto a la hora de editar el video con un par de cambios como a la hora de exportar. Final Cut Pro X mejoró ligeramente su velocidad, pero también aportó diversos bloqueos aleatorios que hacían que la edición del vídeo se hiciera imposible por momentos.
Un iMac que se lleva bien con los juegos
En cuestión de juegos soy lo que se puede llamar un casual gamer. No juego en exceso a la mayoría de juegos pero sí que hecho una partida a algo de vez en cuando para pasar el rato. Por esta razón los juegos que probamos en el iMac no fueron tremendamente hardcore, aunque sí una clara representación de lo que nos podemos encontrar en el mercado de juegos para Mac y cómo puede responder el iMac ejecutándolos.
El primero que pasó la prueba, gracias al enganche que tengo, fue 'League of Legends'. El juego de Riot no es una maravilla gráficamente pero al ser un juego multijugador requiere cierto nivel de procesamiento por lo que era interesante ver cómo se comportaba el iMac con él. Con todo gráficamente ajustado al máximo el iMac no presentó en las primeras partidas ningún problema, pero después de estar jugando más de una hora comenzaron a aparecer bloqueos del sistema sin aparente sentido que me pareció tan raro.
Probamos tres juegos más, 'Portal 2', 'Dota 2' y 'Team Fortress 2'. Los tres juegos con los gráficos al máximo no supusieron problemas para el procesamiento del iMac hasta que apareció de nuevo el bloqueo sin sentido. En los cuatro juegos probados hubo algún momento en que este bloqueo del sistema (el cual obligaba a cerrar el juego) apareció. Saber la razón de este bloqueo es complicado, pero debido a que siempre apareció al llevar un tiempo prudencial jugando me hace pensar que el iMac tiene un problema de recalentamiento en algún elemento interno, de ahí la razón de estos bloqueos extraños.
Aún así hay que decir que la experiencia de juego fue satisfactoria, únicamente interrumpida por estos bloqueos aleatorios que no sabemos si vinieron del modelo que probamos o de un fallo de diseño dentro del iMac.
iMac de entrada, la opinión de Applesfera
Después de 15 días utilizando el nuevo iMac de entrada nuestra opinión es más que positiva. Hay que contar que este modelo está dirigido a un tipo de usuario medio, sin grandes conocimientos de informática y que únicamente quiere disfrutar de la experiencia Mac con un dispositivo de sobremesa que satisfaga sus demandas. Y debido que en la mayoría de los casos estas demandas no van a exigir grandes cálculos de procesamiento ni una potencia gráfica excesiva, para este tipo de usuario la compra sería totalmente recomendable.
Pese a esto, Apple ha realizado un buen movimiento con el lanzamiento de este iMac de entrada, consiguiendo ofrecer un producto perfecto para un tipo de usuario que quiere un Mac pero no está dispuesto a gastarse grandes cantidades de dinero en los modelos medios y altos de iMac.
El iMac ha sido cedido por Apple para la prueba. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
En Applesfera | El rendimiento del nuevo iMac de entrada de Apple
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