Para muchos, el iMac es “el Mac” por excelencia. No sólo porque la primera generación de este ordenador marcó el inicio del resurgimiento de Apple a finales de los 90, en el momento más crítico de la compañía en toda su historia, sino porque ha sido el heredero a través de los años, del “alma” original del Macintosh: Un sólo cuerpo que incluía monitor y ordenador, algo que nació con el Macintosh de 1984 y que se reinventó con el iMac original.
Las tendencias en la línea de productos de Apple siempre han estado dirigidas por el diseño impuesto por el iMac. No hay más que recordar, de nuevo, los primeros iMacs “cabezones” y traslúcidos, que dieron lugar a toda una gama de Macs con la misma “piel” transparente, desde los primeros iBooks a los PowerMac G3.
Además, es un producto especialmente recordado por los seguidores de la marca: no en vano, cualquiera de sus generaciones tiene un representante “especial”, como el añorado iMac G4 “lamparita”, que sigue siendo objeto de deseo por muchos aficionados.
El martes, Apple presentó un nuevo iMac que no pone encima de la mesa ningún nuevo diseño revolucionario, porque es algo que viene mostrando desde la salida del primer iMac G5. Desde su sorprendente delgadez (“¿donde está el ordenador?”), que cada generación continúa menguando, hasta pequeños detalles como la incorporación de la salida de altavoces en la base del monitor, con el objetivo de que el sonido rebote en la mesa y llegue a nosotros sin tener que mostrar la parrilla de los altavoces de forma frontal.
El titular con el que media blogosfera y prensa internacional está de acuerdo para calificar las novedades del martes es “Más valor, igual precio“, entendiendo por valor una mejora de las características básicas en cada modelo, manteniendo el coste.
Más pantalla, mejor pantalla
Una de las principales novedades de la renovada gama es que sólo queda un modelo (el “básico”) con pantalla de 20”, el resto se ha ampliado a 24”. Estas pulgadas extra proporcionan una resolución al Mac capaz de mostrar vídeos al máximo de detalle en FullHD (la resolución nativa del monitor es 1920×1200px).
Sin embargo, lo importante no es la mejora del tamaño ni de resolución, sino la construcción del panel TFT que muestra las imágenes, muy superior en el modelo de 24”: Mejora considerablemente el color y el brillo comparada con su hermana menor de 20”. No tenéis más que acercaros a vuestro distribuidor Apple más cercano y comparar ambos paneles.
La nueva gama iMac
Antes de entrar al detalle sobre los cambios concretos en cada modelo, vamos a repasar como queda la nueva familia iMac, destacando sólo las mejoras con respecto a su generación anterior:
Modelo básico: 1.079€
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Más velocidad en el procesador: De 2.4GHz a 2.66Ghz
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Más disco duro: De 250GB a 320GB
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Más memoria: De 1GB a 2GB
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Mejores gráficos con la NVIDIA GeForce 9400M
Modelo 1.379€
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Ahora incorpora una pantalla de 24” (antes era de 20”)
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Más disco duro: De 320GB a 640GB
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Más memoria: De 2GB a 4GB
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Mejores gráficos con la NVIDIA GeForce 9400M
Modelo 1.649€
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Más velocidad en el procesador: De 2.8GHz a 2.93Ghz
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Más disco duro: De 320GB a 640GB
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Más memoria: De 2GB a 4GB
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Mejores gráficos con la GeForce GT 120
Modelo superior: 2.049€
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Más velocidad en el procesador: De 2.93GHz a 3.06Ghz
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Más disco duro: De 500GB a 1TB
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Más memoria: De 2GB a ¡¡8GB!!
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Mejores gráficos con la GeForce GT 130
La memoria RAM y los discos duros
La ampliación de la memoria RAM es cara en la Apple Store y la podremos comprar más adelante en cualquier tienda de informática, siempre teniendo en cuenta las características de la que monta el equipo de Apple (1066MHz DDR3 SDRAM). Además, Mac OS X funciona magníficamente con 2GB de RAM si le váis a dar un uso normal y cotidiano.
Quizás el componente más atractivo a actualizar mediante los extras es el disco duro. Actualizar el disco duro interno del iMac nos costará, además del precio del ordenador, entre 69€ y 90€, dependiendo del modelo elegido (640Gb y 1TB).
Sin embargo, si pensáis gastaros ese dinero ampliando la memoria principal del Mac, tened en cuenta para que vais a usarlo: ¿Utilizáis muchas aplicaciones, y sus instalaciones consumen gran cantidad de espacio en el disco duro? Entonces, ampliad el disco duro interno. ¿Queréis guardar fotos, vídeos y documentos en general, y además disponer de una unidad para utilizar el Time Machine? Entonces, comprad el HD externo que os permitan esos 69€-90€.
Core 2 Duo vs. Core 2 Duo Extreme
Muchos se preguntan sobre la diferencia entre un Core 2 Duo de un Core 2 Duo Extreme, que marca el salto del tercer modelo del iMac al modelo superior. En realidad, no existe ningun cambio significativo en la arquitectura del procesador, sino que más bien, sólo sirve para marcar la frecuencia máxima (velocidad en Ghz) que puede alcanzar.
Es decir, el modelo Extreme es el único Core 2 Duo que alcanza los 3,06Ghz. El resto de la arquitectura que acompaña al procesador, permanece inalterable: 6M de caché de nivel 2 y un bus frontal de 1066Mhz, desde el modelo básico hasta el superior.
La nomenclatura “Extreme” la utilizó Intel para designar el otro punto que diferencia estos procesadores de los normales: la capacidad de subir la frecuencia del multiplicador para ganar velocidad. En el caso de los “Exteme”, el multiplicador está abierto y es perfectamente posible hacerlo (en un Mac es complicado, todo sea dicho).
En los Core 2 Duo normales, el multiplicador de frecuencia sólo se puede modificar para bajar la velocidad (útil para algunos fabricantes que lo hacen para incorporar estos procesadores en sus portátiles sin aumentar el calor a disipar).
Las nuevas tarjetas gráficas
Otro cambio comprensible en una actualización de gama es la renovación de las tarjetas gráficas que montan los equipos. En líneas generales, la nueva gama Mac ha ganado potencia con el cambio de NVidia y ATI con respecto a la generación anterior, aunque en un ordenador de estas características es importante que sepamos el uso que vamos a darle antes de mejorar la tarjeta gráfica o quedarnos con la que trae el sistema base.
En los dos primeros modelos de iMacs contamos con la NVidia GeForce 9400M, que se trata de una gráfica integrada en la placa base y que, por tanto, comparte memoria con la memoria RAM de nuestro sistema. Se trata de una tarjeta diseñada para ser utilizada en portátiles, y que fue concebida para competir frente a frente con la plataforma Intel GM (que ya hemos visto en MacBooks y Macs mini, por ejemplo).
El rendimiento de dicha gráfica es 5 veces superior al modelo Intel GM4500, y es perfectamente capaz de mover una gran cantidad de los juegos de hoy en día. Siempre teniendo en cuenta que, por supuesto, para los juegos más exigentes necesitaremos más motor gráfico.
En cuanto a su comportamiento con el vídeo en alta definición, no hay ningún problema: El producto de NVidia es capaz de mover con soltura vídeos a estas resoluciones y el subsistema gráfico de Leopard hará el resto. Y si además contamos con la excelente nitidez del monitor de 24”, podemos decir que estamos ante una verdadera joya para ver nuestras películas favoritas.
El tercer modelo cuenta con la NVidia GeForce GT 120, que no es más que el modelo GeForce 9500GT con otro nombre (por cuestiones de marketing). La principal diferencia, además de una mejora en su procesador gráfico con respecto a la 9400M, es la incorporación de 256MB de memoria RAM dedicados, es decir, no compartidos por el sistema.
En el modelo superior tenemos al hermano mayor de la anterior, la NVidia GeForce GT 130 (también conocida como GeForce 9600GT), con 512MB de memoria dedicados y una mejora sustancial en la capacidad de proceso gráfico.
Ambas tarjetas son calificadas como dentro de la gama media de NVidia (por ejemplo, el procesador de la GeForce GT 130 ya lleva un año en el mercado), aunque son apropiadas para la alta definición, tanto en vídeos como en juegos. Y todo eso sin contar que, con Snow Leopard, el susbsistema gráfico de Mac OS X contará con un importante rediseño que permitirá optimizar al máximo los recursos de la máquina.
Como extra podemos adquirir una ATI Radeon HD 4800, con 512Mb de memoria dedicada y un rendimiento en potencia de procesamiento superior a la GT130. Personalmente, la opción de adquirir esta tarjeta sólo me la plantearía en si pensamos adquirir el modelo superior, ya que la diferencia de 45€ más y por ese precio podemos tener una tarjeta gráfica más duradera como es el modelo de ATI.
Cosas que siguen faltando en un iMac
Sin lugar a dudas, una entrada HDMI. Muchos estaréis de acuerdo conmigo en que es una lástima disponer una pantalla de la calidad que tiene el iMac de 24” y no poder utilizarla para, por ejemplo, conectar nuestra consola de última generación favorita, o cualquier otro dispositivo con salida de vídeo en alta definición.
Otra de las carencias que se oyen mucho es la falta de una unidad BluRay: yo no estoy de acuerdo. Hoy en día, los discos BluRay todavía no tienen utilidad real en un ordenador más que para ver películas en dicho formato. Integrar una unidad de estas características en un dispositivo tan milimetrado como el iMac, encarecería considerablemente el precio final del producto.
También me gustaría la posibilidad de poder elegir entre pantalla mate o brillante, algo que Apple debería escuchar de los usuarios que lo están demandando mucho en los últimos lanzamientos.
En resumen
Apple ha optado por reforzar la gama iMac cerrando los cabos sueltos en temas de memoria y gráficos que teníamos en generaciones anteriores. Los nuevos modelos son interesantes en relación calidad/precio incluso partiendo del modelo básico, aunque mi recomendación es que empecéis a mirar a partir del segundo modelo, debido principalmente a la espectacular pantalla de 24”.
También os aconsejaría que no os dejéis llevar por los cuatro modelos “de partida” que Apple nos ofrece en la Apple Store. Si tenéis pensado comprar un iMac, jugad un poco con las configuraciones base y los extras de todos los modelos: podemos obtener precios más interesantes llenando el tercero con algún extra, que si directamente compramos el modelo superior (descartando así el procesador más caro en beneficio de otros componentes, por ejemplo).
Para completar esta entrada, os recomiendo que echéis un vistazo a las tablas que han publicado los chicos de AppleInsider, con una comparativa entre modelos similares de PC’s y los nuevos iMacs: ¿La conclusión? La misma de la que hemos hablado al principio, estos iMacs son aportan más valor que sus competidores, por el mismo precio. Y son increíblemente bonitos…
Desde luego, un gran sucesor de aquel primer Mac de 1984.
Imágenes | iFixIt
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