iMac con disco SSD o Fusion Drive: la gran pregunta a la hora de comprar un nuevo Mac de sobremesa

iMac con disco SSD o Fusion Drive: la gran pregunta a la hora de comprar un nuevo Mac de sobremesa

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iMac con disco SSD o Fusion Drive: la gran pregunta a la hora de comprar un nuevo Mac de sobremesa

A la hora de comprar un Mac de escritorio nuevo, una duda que suele surgir en el proceso de elección del modelo es qué tipo de almacenamiento comprarle a tu iMac: SSD o Fusion Drive. Mientras que los modelos de 21 pulgadas tienen un disco duro de partida de los tradicionales, los de 27 pulgadas parten de uno que se conoce como Fusion Drive. Existe una tercera opción donde el disco de almacenamiento es SSD.

Veamos en qué consiste cada opción, cuáles son sus ventajas e inconvenientes.

Cuáles son las diferencias entre el disco duro, Fusion Drive y SSD en un iMac

iMac fusion drive o ssd

Con el paso de los años, la tecnología nos ha dejado tres tipos de discos duros que se pueden elegir con un iMac: disco duro, Fusion Drive y SSD. Cada uno de ellos tiene una serie de beneficios y de puntos débiles. El primero de ellos es el que probablemente conozcan más personas, dado que es una tecnología con muchos años a sus espaldas.

El disco duro es un sistema de almacenamiento mecánico, donde un disco magnético gira y un "brazo" lee la información almacenada. Está dividido por miles de millones de partes independientes que pueden estar magnetizadas para recoger un 1 o desmagnetizadas para contener un 0. Al tratarse de un sistema mecánico, la lectura y escritura puede verse afectada por las vibraciones, golpes o caídas (algo poco probable en un iMac) y son más susceptibles al fallo físico o pérdida de memoria a largo plazo.

El disco duro magnético tradicional ha quedado desfasado para los usos y necesidades actuales. Su única ventaja frente a un SSD es el precio

Un disco SSD, del inglés solid state drive o disco de estado sólido, es otra forma de referirse a los disco flash. Emplea una tecnología más reciente de chips de memoria flash donde se almacenan los datos, sin partes mecánicas ni sistemas magnéticos. Gracias a esto, son más ligeros, ocupan menos espacio, son más veloces a la hora de escribir y leer datos y consumen menos energía. Es decir, mejora en todo aquello en lo que el disco duro cojea. Y, como añadido, Apple desarrolló hace unos años un nuevo sistema de archivos pensados para los SSD llamado APFS, que mejora notablemente el rendimiento.

Entre medias nos encontramos con Fusion Drive, un híbrido que emplea ambas tecnologías. Presentada hace siete años con el lanzamiento del diseño actual de iMac, esta tecnología permite aprovecharse de la velocidad del SSD junto con la gran capacidad de almacenamiento a bajo coste del disco duro. Fusion Drive gestiona de manera inteligente qué datos colocar en el disco SSD y cuáles en el disco duro. El propio sistema priorizará los datos y apps más utilizados en el primero, mientras que los menos usados pasarán al segundo.

El espacio SSD en Fusion Drive depende de la capacidad total de almacenaje. En el de 1TB, el SSD es de 32GB mientras que en los de 2 y 3TB el SSD sube hasta los 128GB.

SSD, Fusion Drive o disco duro, qué elegir en tu nuevo iMac

En la actualidad, Apple vende las tres opciones de almacenamiento en los iMac de 21 pulgadas, mientras que el modelo de 27 pulgadas parte de Fusion Drive.

iMac nuevo

La única ventaja que tiene el disco duro tradicional en la actualidad es su precio. Puedes obtener mucho espacio de almacenamiento para tus datos por un coste muy pequeño. De ahí que el modelo de entrada de 21 pulgadas cueste 1.300 euros y tenga 1TB de espacio en disco duro (un equipo pensado más bien para educación). El problema de estos modelos es que son extremadamente lentos para el mundo actual. Abrir apps, gestionar datos o cualquier tarea se vuelve un proceso de esperas que para determinados usuarios puede ser insoportable.

Si estás planteándote un nuevo iMac como próximo equipo, debes hacerlo partiendo de un disco Fusion Drive. Nuestra recomendación es adquirir el equipo con un SSD y completarlo mediante almacenamiento externo

Por eso, lo mínimo que debe plantearse un usuario a la hora de comprarse un iMac es elegir uno que cuente, por lo menos, con un disco Fusion Drive. Ese es mi caso y, aunque en ocasiones echo en falta la velocidad de un SSD, lo cierto es que el ahorro en precio es importante si necesitas mucho espacio. Un punto que algunos usuarios pueden encontrar interesante es que los modelos con disco magnético y Fusion Drive pueden reemplazarlos por un SSD en el futuro, aunque no es una operación sencilla (ni barata) y lo normal sería recurrir a un técnico.

Desde Applesfera recomendamos lo siguiente: adquirir un iMac con almacenamiento SSD (el máximo que puedas permitirte) y completarlo con discos duros externos. Así te aseguras de que tu equipo siempre va a rendir al máximo de velocidad mientras almacenas en discos más baratos los datos que menos utilices en el día a día.

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