Hemos necesitado muchos años para verlo, pero por fin podemos decirlo: Apple ha dejado atrás el disco duro mecánico para siempre y ya no lo vende en ninguno de sus ordenadores. El último rastro que queda es la opción de un Fusion Drive en algunos de los nuevos modelos, pero la opción base en toda la gama es ya un SSD de 256 GB.
Apple se redime así de lo que personalmente considero uno de sus mayores errores en la gama Mac: llevar años distribuyendo un macOS optimizado sólo para discos SSD en ordenadores con disco mecánico. La consecuencia era un rendimiento que dejaba muchísimo que desear para los días que corren.
Un SSD para todos
Se agradece que Apple haya aplicado ese cambio incluso a los iMac de 21,5 pulgadas, cuyas especificaciones tampoco se han actualizado más (siguen llevan procesadores Intel Core de octava generación). Significa que la compañía reconoce que vender discos duros mecánicos ya no tenía más sentido.
El próximo paso será la desaparición completa del disco duro mecánico ya ni como opción en forma de Fusion Drive, que ocurrirá cuando esta generación de iMac quede obsoleta dentro de unos años. La buena noticia es que ahora el usuario base ya podrá disfrutar de un disco SSD de serie, sin tener que aportar dinero extra.
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