Si no has estado atento a las noticias sobre Apple en el último mes, decirte que será mejor que no esperes al Apple Car. A finales de febrero se supo que la compañía ha cancelado el proyecto de lanzar un coche propio. Los motivos estaban en los elevados costes y el poco avance que se había registrado. Y eso que el chip principal estaba casi listo. Pero nada, que no veremos el Apple Car.
Las miradas de Apple, dicen las filtraciones, están puestas ahora en invertir los recursos en el área de la inteligencia artificial. Sin embargo, queda una gran duda en el aire y es si aplicarán o no los avances obtenidos en CarPlay, el sistema que sirve para conectar los iPhone a coches de otros fabricantes.
El nuevo CarPlay apunta a ser el gran beneficiado del adiós del Apple Car
Para empezar, no deberíamos confundir el coche propio de Apple con CarPlay. El segundo es, como ya te decíamos en la introducción, el sistema que utiliza Apple para poder conectar un iPhone a la pantalla de un coche. En esa pantalla podemos acceder a aplicaciones del iPhone preparadas para funcionar en un coche (apps de mapas, reproductores de música y podcast, etc.).
El coche de Apple, en cambio, era el pack completo. No sólo iba a incluir las particularidades de un vehículo eléctrico a nivel mecánico, sino que también iba a obtener tecnologías varias que ahora quedan suspendidas. Desde las patentes de conducción autónoma hasta el sistema de navegación a bordo que a buen seguro se iba a parecer mucho a CarPlay.
De aquellas patentes de conducción, se puede esperar que acaben siendo vendidas o licenciadas a terceros. Del sistema multimedia lo esperable es que acabe integrándose en la nueva iteración de CarPlay que llega este mismo año y que, pese a no llamarse así oficialmente, se conoce como CarPlay 2.
La idea de ese nuevo CarPlay es la de aprovechar no una, sino varias pantallas integradas en el vehículo. Para ello Apple ha creado ocho nuevas aplicaciones orientadas a la gestión del propio vehículo más allá de las apps clásicas que ya tiene el ‘viejo' CarPlay. Así, nos encontramos con una plena comunicación con los sistemas del vehículo permitiendo obtener widgets y herramientas avanzadas para conocer la presión de los neumáticos, controlar el climatizador o cerrar las puertas.
El problema es que, según informaba Mark Gurman en su última newsletter, es que Apple trabaja por separado con cada fabricante. Porque sí, hay unos mínimos comunes a todos los coches, pero al no ser todos iguales, ni contar con idénticas prestaciones y pantallas, Apple trabaja de forma conjunta con cada uno para hacer lo más accesible y práctico el sistema.
En cualquier caso, no suena tampoco descabellado que Apple proponga a estos fabricantes añadir alguno de los avances ya realizados para su propio vehículo. No se sabe en qué punto exactamente se encontraban a este respecto, pero de tener algo, lo lógico es aprovecharlo por esta vía en lugar de mantenerlo para siempre en un cajón de ideas fallidas.
¿Y si vemos un CarPlay Automotive al más puro estilo de lo que hace Android?
Otra posibilidad que ya algunos analistas contemplan es la de emular lo que hace Google con Android Automotive, que no se debe confundir con Android Auto. Ese último es, por así decirlo, el rival de CarPlay, dado que es un sistema pensado para conectar un móvil Android a un coche. El primero es en realidad el sistema ya nativo del coche y para el cual no hace falta conectar ningún smartphone.
Hasta ahora, la única forma de usar algo de Apple en un coche es conectarlo a CarPlay o directamente poner el iPhone en un soporte. Sin embargo, esa idea de crear un CarPlay nativo puede ser interesante. Visualmente podría ser muy similar e incluso más práctico para el usuario al no estar obligado siquiera a tener un iPhone. Obviamente, alguna ventaja tendría que aportar Apple para llevarlos a su terreno y un extra para usuarios de iOS sería lo suyo, pero no tiene por qué.
Lo que da sentido a esta hipótesis (insistimos en recalcar que no hay nada oficial) es que licenciar todo el pack a los fabricantes de coches para que sea su sistema nativo podría darle aún mayor beneficio a Apple. Nuevamente, como en el caso anterior, la idea es no desaprovechar los pocos o muchos avances que ya tuviesen listos e incluso seguir trabajando en ellos.
El caso es que lo visto en CarPlay 2 da buenas muestras de que Apple no quiere ni mucho menos abandonar el área de los sistemas para la conducción. Y si no puede ser para su propio coche, no parece que nadie dentro descarte la idea de aprovecharlo con terceros. Qué harán entonces con lo que tengan en el armario es un misterio que empezaremos a resolver en próximos meses.
Imagen de portada | Porsche
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