El desarrollo que nos convierte en seres humanos es poco menos que un milagro. Los primeros años de vida son cruciales para convertirnos en personas, pues es cuando aprendemos y desarrollamos aptitudes que nos distinguen de cualquier otra especie del planeta. No hablamos solo de montar en bicicleta o de escribir, hablamos de pensar, sentir, movernos… Becoming You cuenta la historia de este desarrollo desde el punto de vista más tierno: el de los niños.
Los primeros 2000 días de vida
Becoming You es una docuserie de seis episodios, cada uno de los cuales se centra en el desarrollo de una característica que nos hace únicos. Los diferentes episodios recorren los primeros 2000 días de varios niños y niñas hasta que cumplen 5 años. Los episodios se estructuran de forma progresiva, por lo que vamos cambiando de niños y niñas a medida que avanzamos en descubrir cómo aprendemos ciertas tareas o habilidades.
Así, en un mismo capítulo, siempre de unos 40 minutos, seguimos el aprendizaje de por lo menos 10 o 12 pequeñas personitas en sus diferentes edades. En el conjunto de los seis episodios que abarca la docuserie conocemos a más de 100 niños y niñas de 11 países distintos.
La variedad geográfica de los improvisados actores de este documental es algo también digno de reseñar. En el capítulo de Moverse, por ejemplo, visitamos el restaurante de una familia japonesa al mismo tiempo que las casas en medio del mar de los pueblos de la isla de Borneo. Toda una mezcla de entornos, idiomas, estilos de vida y culturas que nos permiten ver, de forma más clara que nunca, que la humanidad es una y que todos somos iguales.
Acompañamos a niños de tres años a montar sobre un reno en Siberia, a jóvenes japoneses a hacer su primer recado solos por el centro de Tokyo o a pequeños londinenses a tomar clases de teatro. Todo ello narrado por Olivia Colman y dirigido por Tom Barbor-Might, que imprimen a esta producción una inigualable belleza.
En Becoming You priman las imágenes antes que las palabras. Cierto es que la narración es clave para entender el progreso de los jóvenes que vemos en pantalla, pero el peso visual del documental está más que claro. Una producción con unas imágenes impresionantes que consiguen transmitir el entorno y la realidad que viven los pequeños protagonistas de forma remarcable.
Una docuserie que, por un lado, nos informa de detalles de lo más curiosos y, por el otro, nos lleva a reflexionar sobre la misma naturaleza humana explicada desde el prisma de las habilidades y el desarrollo. Un documental que sin duda nos invita a valorar todo lo que somos capaces de hacer, tanto como especie como de forma individual, a poner en valor lo que nos convierte en humanos.
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