Ayer a última hora, se aprobó la DMA donde la UE quiere que las apps de mensajería sean interoperables. Esto significa que usuarios de las diferentes apps de mensajería puedan escribir de una plataforma a otra sin obstáculos. A simple vista, parece una buena idea. Pero lo cierto es que plantea más problemas de los que teóricamente resuelve, no solo para los usuarios de Apple. Veamos en qué consisten.
Más competencia, más innovación y más opciones para el usuario
El acuerdo abre la puerta a una nueva era en la regulación mundial del sector tech. La Ley de Mercados Digitales pone punto y final al continuo incremento del predominio de las grandes compañías tecnológicas. A partir de ahora, deben mostrar que también permiten una competencia justa en internet. Las nuevas normas ayudarán a que se cumpla este principio básico. Europa, por tanto, asegura una mayor competencia, más innovación y más opciones para el usuario.
Ese es el espíritu detrás de las intenciones de la Digital Markets Act, DMA por sus siglas en inglés, de la mano de Andreas Schwab, responsable de dar a conocer esta iniciativa. Es una respuesta a la inefectividad de las multas y sanciones a las grandes compañías tecnológicas que apenas han cambiado su conducta.
En lo referente a las apps de mensajería, el objetivo es que las plataformas pequeñas no estén limitadas por el efecto red. Este fenómeno hace que una gran plataforma se beneficie cuantos más usuarios la utilizan y se vuelve muy difícil o casi imposible competir para cualquier otra más pequeña. El mejor ejemplo de efecto red es WhatsApp, donde una plataforma competidora tiene que luchar contra la ventaja de tener casi a la totalidad de usuarios que ya están en ella. Lo cual se vuelve cuesta arriba con mucha rapidez.
Esta nueva legislación es especialmente relevante para Apple, pues iMessage es un servicio de mensajería limitado a sus propios productos. Como resultado de esta nueva legislación, Apple tendría que abrir su API para que otras plataformas puedan hacer que sus usuarios se escriban entre sí. La parte técnica se resolverá más o menos, pero existen unas implicaciones que la UE no parece haber tenido en cuenta.
Peor producto y problemas de cifrado
Entregar mensajes, fotos y vídeos entre plataformas será algo trivial a nivel técnico. Envío una foto por iMessage y le llega a un amigo a su app de WhatsApp. El mayor problema puede ser cómo se elige la app de destino y si se puede tener más de una activa al mismo tiempo. Porque no todas nuestras comunicaciones se producen con la misma app. Dicho esto, lo complicado será transmitir mensajes cuyo formato es propio de determinadas apps. ¿Cómo se recibe una story de Instagram en Signal? ¿Qué hacemos con una reacción o un Memoji de iMessage mandado por WhatsApp?
Es inevitable que se pierdan por el camino las funcionalidades diferenciales de cada plataforma. En un esfuerzo por obtener un mínimo común denominador, el producto de cada plataforma será peor. Y los usuarios sufrirán con ellos.
Como añadido, está la cuestión del cifrado. No queda claro que sea posible la transmisión de mensajes entre plataformas al mismo tiempo que se mantiene el cifrado de extremo a extremo. En algún momento habrá que advertir al usuario que al comunicarse con otros a través de una plataforma distinta, sus mensajes dejarán de estar protegidos. Y eso no va a gustarles, pues es un claro efecto negativo de esta legislación.
El propio Schwab asegura que los grupos de usuarios deberán estar también cifrados, afirmando que si los reguladores de telecomunicaciones ven que no es posible en los próximos nueve meses, deberá hacerse lo antes posible "sin ningún género de duda".
Cuando el papel (y el Excel) lo aguanta todo
Este último comentario sobre el cifrado de grupos me ha hecho recordar una anécdota que viví hace unos años. Recuerdo un jefe que tuve al trabajar en una consultora que decía que "el Excel lo aguantaba todo". Era una referencia a cómo podíamos construir un business case para un cliente con las asunciones que quisiéramos, ignorando las más inconvenientes para que cuadrasen los números.
Esta legislación DMA ha añadido la interoperabilidad entre apps de mensajería, con la excusa de ayudar a la competencia. E ignora por el camino si es conveniente prescindir del cifrado o siquiera el impacto que tendrá en la usabilidad o calidad de las apps ya existentes. Es un ejemplo perfecto de cómo una política con buenas intenciones puede llevar a una peor experiencia al usuario y una disipación de lo que hace diferente a una app. En un papel se puede hacer que estas tres cosas parezcan reforzadas; en el mundo real, la mejora de uno se produce a costa de los otros dos.
Habrá que esperar en qué se traduce finalmente esta legislación y su impacto para el usuario final, porque su puesta en práctica puede diferir mucho de las intenciones de la ley. Desde Applesfera hemos contactado con Apple para obtener su punto de vista sobre este asunto y hemos obtenido las siguientes declaraciones oficiales:
Apple siempre ha estado comprometido en crear los mejores y más innovadores productos para nuestros clientes, así como asegurar que su privacidad y seguridad están siempre protegidas. Nos preocupa que algunas provisiones de la DMA creará vulnerabilidades de privacidad y seguridad innecesarias, mientras que otras nos prohibirán cobrar por la propiedad intelectual en la que tanto invertimos. Creemos profundamente en la competencia y en la creación de mercados competitivos en todo el mundo y seguiremos trabajando con las partes interesadas en Europa con la esperanza de mitigar estas vulnerabilidades.
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