Si bien las patentes suelen darnos información de lo más interesante sobre los planes de Apple a medio y largo plazo, también nos dan sorpresas de lo más inesperadas. Sorpresas como la de la patente que nos ocupa, la de un iPhone hecho enteramente de cristal con una pantalla que cubre toda su superficie.
El iPhone del futuro o la idea tras la concepción del primer iPhone
La idea del iPhone como un dispositivo que se reduce a una simple lámina de cristal ronda el imaginario colectivo desde poco después del lanzamiento del iPhone original. Un dispositivo con una pantalla en toda su superficie, con indicadores en los laterales, con botones táctiles y sin puertos que parece estar también en los planes de Apple, por lo menos según una nueva patente.
Descubierta inicialmente por Patently Apple y titulada "Electronic device with glass enclosure", esta patente explora la fabricación de un dispositivo, por las imágenes hablamos de un iPhone, con un acabado de cristal en sus seis costados. Estos seis costados contarían, en el interior, con seis pantallas flexibles que se pudieran acomodar a la curvatura del cristal y que pudieran, además, actuar como regiones táctiles.
Las diferentes partes de cristal se colocarían de modo que formarían una superficie continua, con algunas aperturas para dar cabida al micrófono y a los altavoces. En determinadas zonas el cristal incluso podría tener una textura diferente, para que con solo el tacto pudiéramos diferenciar que esa es una superficie táctil. Un recurso que rápidamente nos puede recordar a los botones de volumen, por ejemplo.
Según la orientación en la que usáramos el teléfono el software se ocuparía de mostrar la información de forma dinámica. Esto permitiría ver información en las esquinas, información que además sería interactiva y que despejaría la pantalla principal de la necesidad de mostrarla. Podemos pensar, por poner un ejemplo, que los indicadores del Wi-Fi, la batería y la conectividad se ubicaran en una esquina del iPhone, por lo que tendríamos más espacio para el contenido en pantalla.
Para terminar Apple investiga cómo poder acceder al interior de un dispositivo así. Necesario tanto para su fabricación como para el mantenimiento o reparaciones necesarias durante su vida útil, Apple plantea una especie de ventanas en los laterales. También contempla la posibilidad de retirar toda la parte inferior, algo bastante en la línea del sistema que vimos en el iPhone original, y que permitiría un acceso fácil a la circuitería y componentes de este espectacular teléfono.
La patente termina con algunas ilustraciones de un Apple Watch, un Mac Pro cilíndrico y un Mac Pro torre terminados también enteramente en cristal, un material cada vez más presente en los dispositivos de Apple y bastante versátil en muchas circunstancias. Viene a la mente el mismo Apple Watch Series 7, que funde su enorme pantalla con el cuerpo del reloj para formar prácticamente una unidad.
Está claro que, como dice el dicho, de la patente al producto comercial hay mucho trecho. Pero es de lo más interesante ver que Apple plantea un producto tan interesante como este.
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