¿Cuántas veces nos habrá pasado? Vamos cargados con la compra del súper, una bolsa en cada mano, y nos llaman por teléfono. Afortunadamente llevamos puesto nuestro Apple Watch, pero ¿cómo contestamos? ¿Podemos con la mano? ¿Apretamos con la nariz sin que nadie nos vea? Apple ha patentado un sistema que bien podría poner fin a estas divertidas, aunque incómodas, situaciones.
Una idea extravagante, sí, pero práctica
En la patente titulada "Blow event detection and mode switching with an electronic device" Apple explora como utilizar inteligencia artificial para detectar el sonido de soplar a nuestro reloj para realizar ciertas acciones. Lo cierto es que la naturaleza de la patente podría llevarnos incluso a sonreírnos con la idea, pero técnicamente es bastante más complejo de lo que aparenta.
El Apple Watch tendría que poder distinguir un soplido nuestro intencionado frente a las ráfagas de viento que se producen cuando vamos en bicicleta, corremos o simplemente andamos en un día ventoso. También habría que entrenar el modelo de forma que no confundiera el roce de una manga de nuestra ropa con otros ruidos.
Parte del sistema para lograr esto sería internar más el micrófono y el sensor en la carcasa del reloj. Esto, combinado con el posible uso de un sensor de presión, permitiría evaluar cuándo soplamos conscientemente al reloj. También entrarían en juego los sensores de movimiento, para poder eliminar aquellas situaciones en las que es a causa de un movimiento que se produce un flujo de aire alrededor del reloj.
Conseguido detectar nuestro soplido lo cierto es que las aplicaciones de este sistema podrían ser varias. La más evidente es interactuar con nuestro Apple Watch cuando tenemos las manos ocupadas, ya sea para contestar una llamada o para silenciarla, por ejemplo. Pero la patente va mucho más allá y plantea un sistema de interacción completo mediante el aire; algo similar a lo que hemos visto en la última actualización de accesibilidad del Apple Watch, que ahora podemos utilizar solo moviendo los dedos de la mano en la que lo llevamos puesto.
Desconocemos cuándo o si esta patente llegará a tomar forma en un futuro Apple Watch. Lo que sí vemos claro es que en los laboratorios de Cupertino se les ocurren ideas bastante extravagantes. Muchas de ellas deben de perderse por el camino, un poco como lo de "there is a thousand no for every yes", pero algunas, por locas que parezcan, pueden acabar formando parte de los productos que usamos en nuestro día a día.
Al final del año son muchas las patentes que Apple registra en la correspondiente oficina de Estados Unidos. Muchas de esas patentes no se aplican a productos, pero también es verdad que diversas ideas que hemos visto en patentes han servido de base para el desarrollo de sistemas que ahora damos por sentados. Algo tan simple como el scroll inercial, sin ir más lejos, el electrocardiograma del Apple Watch o la detección de oxígeno en sangre han sido patentes en algún momento.
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