Bloomberg ha publicado hoy lo que podrían ser los pasos futuros de Apple hacia potenciar la realidad aumentada: la compañía estaría estudiando la posibilidad de colocar un sensor 3D en la cámara trasera de los iPhone. El deadline para lanzarlo al mercado sería con los modelos que se presenten en 2019.
No estamos hablando de colocar el mismo sensor tridimensional a base de puntos que ya tenemos en el iPhone X y que permite que FaceID funcione, sino de un sistema completamente nuevo a base de láseres que detecten la profundidad del ambiente en el que nos encontremos.
Objetivo: catapultar la realidad aumentada
No te imagines a un iPhone de 2019 como la Estrella de la Muerte: este sensor dispararía unos pequeños haces de luz y calcularía el tiempo que tardan en volver para obtener la distancia entre la cámara y un objeto. Multiplica eso y ya tienes un método de obtener un mapa tridimensional bien medido de tu alrededor.
Esto permitiría, entre otras cosas, que Apple pueda integrar mucho mejor la realidad aumentada que hasta ahora. Pasaríamos de tener que "adivinar" lo que es una superficie o una pared a simplemente saberlo, y los gráficos de esa realidad aumentada podrían llegar mucho más lejos.
Por supuesto, todo esto está en una fase experimental a dos años vista e incluso podría ser descartado dependiendo de si en Cupertino lo ven o no lo ven viable.
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