Qué costumbres nos perjudican y cuáles son los buenos hábitos durante las primeras horas del día, según un experto de Stanford. Tim Cook los sigue a rajatabla

Qué te vamos a descubrir si te decimos que despertarse por la mañana no es fácil y menos cuando te toca madrugar para ir a trabajar o estudiar. Sin embargo, es el momento clave para determinar cómo nos irá el día. De ello depende que luego podamos estar más motivados, ser más productivos y a largo plazo podamos tener una mejor salud mental e incluso física.

El neurocientífico Andrew D. Huberman es profesor en la Universidad de Stanford y en sus podcast ha revelado diez puntos clave con consejos a aplicar cuando nos levantamos y que, en base a sus estudios y experiencia, ayudarán a mejorar nuestro día. Es algo similar a la rutina que lleva Tim Cook, el mismísimo CEO de Apple. Y es que, aunque duela, ya te adelantamos que todo pasa por madrugar.

Diez hábitos para mejorar nuestra productividad (y salud mental)

Como ya adelantábamos en la introducción, los consejos que recomienda el profesor Huberman pasan por aplicar una rutina diaria y regular que traiga consigo diez hábitos como los que vamos a describir a continuación.

Levantarse entre las 5 y las 6 de la mañana ayuda a sincronizar nuestros ritmos circadianos con la luz solar. Cita también que este hábito contribuye a la mejora de la higiene del sueño y a largo plazo es determinante para que durante el resto de la jornada mantengamos una buena energía.
Salir a la calle es vital también porque supone exponernos a la luz natural del sol. Incluso si el día está nublado y además trabajamos desde casa, el profesor recomienda salir a dar un paseo para mantener buenos niveles de vitamina D.
Beber agua antes incluso de desayunar es otro hábito saludable que describe el profesor y que no sólo nos mantendrá hidratados tras una larga noche, sino que también ayudará a reforzar la función cognitiva y activar el metabolismo para ya después ingerir y digerir el desayuno.
Meditar durante al menos diez minutos es otro factor clave. No hace falta ser un experto en la materia y llegar al zenit de la relajación tampoco. El profesor invita a que sencillamente nos sentemos en una posición cómoda, cerremos los ojos y nos centremos en nuestra respiración. Para esto último, si tienes un Apple Watch encontrarás una app plenamente dedicada a ello. El objetivo principal de este ejercicio es reducir el estrés a corto, medio y largo plazo.
Estiramientos para destensar el cuerpo. Y no, no cuenta el típico estiramiento de brazos y espalda unido a un bostezo y que muchos realizamos cada mañana, sino que va más allá. Este profesor y otros estudios demuestran que estirar cada zona muscular durante al menos 30 segundos mejorará nuestra flexibilidad.

Applesfera

Estos son los órganos que sufren si te despiertas cada noche y así te puede ayudar el Apple Watch a dormir mejor

Hacer deporte, aparte de lo anterior, es otro elemento vital. Aquí el profesor no se pone muy quisquilloso. Es más, cualquier tipo de ejercicio podría servir, desde salir a correr hasta levantar pesas o seguir un entrenamiento de Apple Fitness+.
Tomar un desayuno adecuado que nos aporte los nutrientes y energía necesaria. El profesor recomienda que sean comidas ricas en proteínas acompañadas de grasas saludables, como pueden ser huevos con aguacates o tostadas integrales. Eso sí, no recomienda hacerlo al levantarnos, sino pasada al menos una hora y especialmente si lo acompañamos de café.
Una ducha mañanera y con parte fría. Sí, sabemos que cuesta y más si eres del equipo que prefiere las duchas antes de acostarse. Sin embargo, es otro hábito que recomienda el profesor por sus tremendos efectos positivos. Eso sí, no te preocupes tanto por lo del agua fría. Puede ser una ducha normal con una temperatura que consideres adecuada y reservar apenas unos 20 segundos para el agua fría.
Escribir en un diario, para lo cual la app 'Diario' del iPhone puede ser determinante, ya que es gratuita y ya la tendrás instalada. Para nuestro experto, dedicar apenas cinco minutos cada mañana puede ser beneficioso para la salud mental, de forma que podamos estructurar nuestros pensamientos y hacer un seguimiento de nuestro progreso personal.
Gestionar tus tareas diarias, ya sean profesionales o personales. No hace falta que sea todo sumamente detallado. Bastará con que tengas una serie de puntos clave que te sirvan como guía a lo largo del día y sobre todo que las tengas ordenadas por prioridad.

Así las cosas, es evidente que no es fácil tomar esta rutina y sobre todo al principio cuando hay falta de costumbre. Sin embargo, como el propio profesor de Stanford explica, al final todo es acostumbrarse. A la larga acabaremos agradeciéndolo porque notaremos efectos positivos en nuestro cuerpo y mente, mejorando con ello también nuestra energía y productividad a lo largo del día.

Y qué no debemos hacer...

Imagen: Jen P. en Unsplash

En contraparte a todo esto, se extraen ya varias ideas acerca de malos hábitos nada más despertarnos y que debemos tener en cuenta para tener una mejor salud mental y física. Incluso si no aplicasemos esa rutina del experto de Stanford, conviene tenerlo en cuenta.

No fumar es una recomendación general y aplicable a cualquier momento del día y de la vida. Y pese a que la recomendación general sea la de no fumar, se recomienda que los fumadores no enciendan su primer cigarrillo al momento de despertar. Se recomienda que hayan pasado al menos 45 minutos y que se tenga el estómago lleno.
No abusar del café, ya que pese a sus beneficios, también pueden traer consecuencias negativas como hipertensión y problemas cardíacos. Una taza normal junto al desayuno y ya.
Nada de mirar el iPhone u otra pantalla nada más levantarnos, puesto que está demostrado lo perjudicial que puede ser exponer nuestra vista a este tipo de luces en la primera fase tras despertarnos.
Nada de posponer la alarma, ya que esos "cinco minutos más" pueden ser altamente perjudiciales. Aunque sea recomendable tener varias alarmas por si nos dormimos con la primera, debemos hacer el esfuerzo de levantarnos de la cama a la primera.
Quedarse en la cama mucho tiempo es también malo. Aparte del evidente riesgo que existe de volver a dormirnos, no conviene que una vez que hemos despertado estemos en la misma postura. El cuerpo necesita activarse y cuanto antes lo hagamos, antes conseguiremos el nivel óptimo de energia.