La modularidad ha vuelto al Mac Pro, y de qué manera: la nueva generación del ordenador cuenta con ocho ranuras de expansión PCI de varios tamaños, con los que los profesionales más exigentes van a poder ampliar sus capacidades. Tarjetas gráficas, almacenamiento adicional, adaptadores de conexiones especiales... cabrá de todo.
Y una de esas expansiones que ofrecerá Apple ha generado algunas preguntas: se trata de un nuevo componente de Apple llamado Afterburner, que puede ser confundido con una tarjeta gráfica pero que no es exactamente eso. Resolvamos estas dudas y veamos para qué tipo de personas está indicada esta expansión.
No es una tarjeta gráfica, pero acelera vídeo por hardware
Como he dicho antes, la Afterburner no es una tarjeta gráfica. Instalarla en un Mac Pro no mejorará el rendimiento de los juegos que instalemos, por ejemplo. Se trata de una expansión gráfica que beneficia la producción y el renderizado de vídeo, con chips específicamente creados para la tarea (los llaman ASIC) y que no pueden usarse para más tipos de tareas. Si eres un editor de vídeo que tiene que exportar vídeos entre varios formatos, la Afterburner es la expansión adecuada para ti.
Esta expansión también permite poder trabajar con el formato nativo y sin comprimir del vídeo que graben las cámaras profesionales, aunque sea en formato 8K. Normalmente, aplicaciones como Final Cut Pro X recodifican los vídeos que se importan desde esas cámaras a un formato de menor calidad para que el usuario pueda trabajar con ellos sin ver cortes o tener problemas de rendimiento.
La Afterburner permitirá acelerar mediante hardware el procesado de esos formatos de vídeo originales, de modo que el editor de vídeo podrá trabajar sobre ellos directamente sin tener que editar a través de otros formatos de menor calidad que se usen como "puente" (lo que Apple llama Proxy Workflows).
Apple promete que, gracias a la Afterburner, un Mac Pro podrá ser capaz de editar hasta tres fuentes de vídeo 8K en formato ProRes RAW (sin comprimir) simultáneamente. O eso o 12 fuentes de vídeo ProRes RAW en 4K. En crudo, eso con 6.300 millones de píxels procesados cada segundo. Aunque cuidado, porque esa promesa se cumple en un Mac Pro de 28 núcleos con 384 GB de memoria RAM y las tarjetas gráficas duales AMD RadeonPro Vega II usando una pantalla 5K. Eso significa que probablemente no podremos llegar a ese trabajo simultáneo con configuraciones más básicas del Mac Pro. Habrá que ir a tope.
De momento, la tarjeta Afterburner no tiene ni precio ni detalles de compatibilidad. Sabemos que funcionará obviamente dentro de los Mac Pro, pero no sabemos si por ejemplo Apple dará algún tipo de soporte para que esta tarjeta funcione dentro de una eGPU externa (por no saber no sabemos ni si sus dimensiones permitirán algo así). Todo depende de lo permisivo que sea macOS al respecto, así que esperaremos a ver qué flexibilidad es la que nos dan desde Cupertino.
Pero resumiéndolo todo, la Afterburner es una tarjeta hecha específicamente para editores de vídeo que requieren de una grandísima potencia. Si aún tenías la idea de adquirir un Mac Pro repleto de expansiones como esta para acelerar Chrome porque usas muchas pestañas, insistimos en que te la quites de la cabeza lo antes posible.
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