Parece mentira como pasa el tiempo. Ya hace más de un año que opinaba acerca de cómo Apple necesitaba innovar con Mac OS X 10.7 tras el ‘descanso’ que supuso refinar Leopard para conseguir Snow Leopard. Ahora ya sabemos que Apple denominará a Mac OS X 10.7 como Lion, y también sabemos que aplicará todo lo aprendido con iOS desde el primer iPhone hasta el iPad para mejorar la experiencia de usuario en el Mac. Y estoy seguro que lo que sabemos de Lion es sólo la punta del iceberg: habrá más novedades en él que veremos en futuros eventos.
Pero ahora que sabemos la filosofía principal de Lion, que consiste en unificar algunas funcionalidades de iOS en Mac OS X, podemos mirar más hacia adelante y formular la pregunta del millón: ¿Qué va a pasar con Mac OS X 10.8? ¿Seguirá Apple con esa tendencia a unir iOS y Mac OS X? De ser así, Mac OS X acabaría teniendo poco sentido… de hecho en Mac OS X Lion ya hay algunas cosas que chocan entre sí.
Launchpad, la Mac App Store… son detalles de iOS que parece que han entrado bien en Mac OS X Lion a falta de poder probar en vivo esas funcionalidades. Pero si nos imaginamos a un sucesor de Lion con una fusión aún más profunda, se llega a un nivel tal que ya no sabríamos si estamos ante un Mac OS X o ya una versión para ordenadores de escritorio de iOS.
Es por eso que no me extrañaría si iOS 7 o iOS 8 acabe por estar presente tanto en los dispositivos móviles como en los ordenadores portátiles y de sobremesa, y Mac OS X protagonice un evento como el que ya vimos con Mac OS 9: un funeral protagonizado por Steve Jobs como el que podéis ver aquí abajo.
Mac OS 9 murió porque Mac OS X lo convirtió en un sistema obsoleto, pero con Mac OS X sería diferente. Recordemos que Steve Jobs dijo en una presentación que con este sistema “se marcaría el camino de la evolución de Apple para los próximos veinte años“. Eso garantiza Mac OS X hasta pasado el año 2020, pero quizás Jobs no contaba con el auge de los dispositivos móviles en el ecuador de esa vida.
Otro punto de vista para valorar esto es que, al fin y al cabo, iOS y Mac OS X comparten núcleo de sistema. iOS partió de Mac OS X como un sistema para móviles, y lo único que ha pasado aquí es que Mac OS X puede aprender de su hermano menor para seguir creciendo. El problema aquí es que iOS parte de un concepto nuevo que puede hacer que OS X se quede atrás, por muy idéntico que sea el núcleo. Seguramente se originaría un debate: unos defenderían que el hipotético paso de Mac OS X a iOS sería un simple cambio de nombre, otros defenderían que es algo mucho más relevante.
Eso sí, el movimiento simplificaría las cosas: La Mac App Store y la App Store serían una sola con aplicaciones universales o versiones para cualquier plataforma, quizás el panel de inicio de iOS acabaría fijo en el escritorio… Pero tanto si Mac OS X sigue como si iOS toma el relevo en todo el hardware, una cosa es segura: seguirá innovando como bien sabe hacer Apple, tras ese descanso que comentaba hace un año.
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