Esta es una de esas cosas que no se dicen en la propia keynote para que luego, cuando te enteras, te lleves un chasco. El nuevo MacBook Pro, que tiene dos gráficas integradas pero que no funcionan simultáneamente, requiere un cierre de la sesión del sistema para poder activar la ‘otra’ gráfica.
En un principio pensaba que Apple, gracias al control que tiene tanto en el sistema operativo como en el hardware, había solventado esto de forma automática, alternando entre una gráfica y otra de forma transparente al usuario. Pero me equivocaba, y desde luego que es un punto muy negativo. No porque sea algo complejo, sino porque un cierre de sesión implica también que tengan que cerrarse todas las aplicaciones para, posteriormente, volver a iniciarlas.
Una posible solución sería, aprovechando que Mac OS X se basa fundamentalmente en un sistema UNIX, hacer que el cambio de gráfica se realice con lo que en las diferentes distros Linux se llama reinicio de las X. Básicamente viene a ser un reseteo de la interfaz gráfica, pulsando una combinación de teclas (Ctrl+Alt+Backspace) que responde de una forma casi instantánea.
En los nuevos MacBook Pro, el sistema operativo vendrá predefinido para usar la gráfica menos potente, de forma que la autonomía de la batería se alargue lo máximo posible. Para cambiar esto será necesario acceder al panel de Preferencias del Sistema, y la opción está en el Economizador.
A mi la verdad es que no termina de convencerme este sistema, ya que es bastante incómodo para el usuario. Espero que en las próximas semanas Apple implemente un sistema como el que comentaba antes de Linux, de forma que sea mucho más fácil para el usuario, además de con una mayor ‘transparencia’.
Vía | Engadget.
Más información | Soporte oficial de Apple.
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