Lo recuerdo como si fuera ayer. De repente, Steam lanzaba un anuncio por todo lo alto anunciando que su catálogo de juegos llegaba a macOS. Y no sólo eso, si no que sus legendarias sagas de Portal y Half-Life se hacían compatibles con los Mac. Para el mundo gaming fue algo que pasó desapercibido, pero para el mundo de Apple fue todo un acontecimiento.
En una franja de pocas semanas, los Mac pasaban a subir de nivel en cuando a ordenadores de juegos. Y si Valve apostaba por ellos significaba que a lo mejor otras desarrolladoras iban a hacer lo mismo. Dicho de otra forma: había esperanza. Una esperanza que años más tarde ha desaparecido por completo.
"Lo sentimos, mejor usa Windows o Boot Camp"
El panorama actual para Steam en Mac no pinta nada bien: va camino de ser un vestigio en el que si algún día llegan nuevos juegos compatibles para Mac será digno de celebración. Hay varios motivos por los que esto ha ocurrido, pero los mayores son dos.
El primer golpe vino con la llegada de macOS Catalina en otoño de 2019. Fue el primer macOS que ejecutaba únicamente aplicaciones de 64 bits, dejando las de 32 bits en algo obsoleto. Una buena parte de los juegos en Steam son de 32 bits, y de repente dejaron de poder ejecutarse. Eso incluye a muchos juegos propios de Valve, y la compañía no ha hecho ningún esfuerzo para adaptarlos a entornos de 64 bits. De hecho se muestra el siguiente mensaje, con un enlace a la web de soporte que provoca mucha tristeza leer:
El segundo fue la transición a Apple Silicon, que ha catapultado el rendimiento y la eficiencia de los Mac pero ha aislado el ecosistema a vistas de futuro. Hace ya casi dos años desde que se anunció la transición, y las desarrolladoras que se han prestado a lanzar sus juegos optimizados para los chips M1 se pueden contar con los dedos de las manos. La más notable es Blizzard y bueno... entre lo que ha ocurrido entre sus altos cargos y su posterior adquisición por parte de Microsoft no puedo ser optimista.
Además, más de un desarrollador indie ha preferido dejar de lanzar versiones para macOS de sus juegos por cuestiones de esfuerzo. Es el caso de Binding of Isaac, en el que la pequeña cuota de usuarios de Mac era la responsable de la mayoría de tickets de soporte técnico. A nivel de volumen de trabajo, la decisión es lógica.
La estocada final viene con la Steam Deck. Una consola oficial de Valve significa que la compañía va a centrarse en desarrollar sus juegos para esa consola y su SteamOS basado en Linux, animando a la comunidad indie a hacer lo mismo. En cierto modo pasan incluso a competir contra los PC y Windows, lo que para el Mac es poco menos que un desastre.
Hay pequeños brotes verdes: algunas desarrolladores siguen cuidando la compatibilidad con macOS de sus juegos y hay novedades como Tunic que son plenamente compatibles con los chips M1. Pero de momento, más allá de Arcade, los Mac se están quedando sin los pocos argumentos que tenía en el mercado del gaming.
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