¿Os acordáis del juego de carreras con coches robóticos controlados desde el iPhone que se presentó en la WWDC de Apple el pasado mes de junio? Pues no era ninguna broma y el próximo 23 de octubre se pondrá a la venta de forma exclusiva para iOS en los EE.UU. y Canadá para disfrute de los jugones amantes de la inteligencia artificial.
Anki DRIVE es el resultado de fusionar los clásicos scalextric con una serie de coches dotados de sensores y una microcámara que les permite calcular su posición, velocidad y dirección respecto al circuito y los demás vehículos 500 veces por segundo. Nuestro iPhone se conecta a los coches por Bluetooth LE, permitiéndonos conducir uno de ellos mientras la IA se ocupa del resto tratando de adelantarnos, bloquearnos el paso o atacarnos directamente a través de algunas de las armas (virtuales) que tienen y de las que nosotros también podemos hacer buen uso.
Como en el scalextric, los coches siguen el trazado de la pista aunque como aquí no hay rieles, podemos hacer que nuestro coche coja una curva de forma más cerrada o abierta girando el iPhone hacia un lado u otro. Y si por un casual te da por poner un coche en dirección contraria, el solo se dará la vuelta mientras el resto le esquiva.
Cada coche tiene sus propias armas y características, que pueden mejorarse consiguiendo puntos a lo largo de cada carrera pero incluso poniendo todos al máximo cada uno sigue teniendo "personalidad propia". Por cierto, el diseño de los coches ha corrido a cargo de Harald Belker, conocido por su trabajo en producciones cinematográficas como Minority Report o Tron Legacy entre otras.
El starter kit incluye dos coches, dos cargadores y una pista enrollable de vinilo con un circuito circular por 199 dólares, existiendo otros dos coches con diseño y características diferentes que pueden adquirirse individualmente a un precio de 69 dólares. Desde luego no es un juguete barato, aunque al menos podéis descargar su aplicación de forma gratuita desde la App Store.
En cuanto a la batería, los coches de Anki DRIVE tiene una autonomía de entre 20 y 30 minutos, nada mal teniendo en cuenta su pequeño tamaño y la velocidad que alcanzan pero algo justa para una tarde de piques con los amigos (el juego admite hasta tres jugadores humanos simultáneos). Afortunadamente también se cargan muy rápido (tan solo 10 minutos), así que realmente el único pero que se me ocurre es el monótono diseño de la pista, un detalle que esperan corregir haciéndonos pasar (otra vez) por caja con futuras pistas opcionales (esperemos que la próxima sea doble cara).
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