Cuando se aprobó hace unos meses la nueva Ley General de Telecomunicaciones, en Applesfera la recibimos con los brazos abiertos, pero advertimos de sus puntos débiles. Ahora, ya pasado un tiempo, seguimos recibiendo esas llamadas que nos dijeron que no íbamos a recibir, y no hay (casi) nada que podamos hacer.
Esta modificación realizada por el Gobierno daba orden a las compañías de no realizar llamadas comerciales sin haber recibido el consentimiento previo expreso por parte de los usuarios. Sin embargo, la mayoría de nosotros lo hemos dado sin saberlo, y aunque no lo hayamos dado, seguiremos recibiéndolas.
Puede que lo hayas firmado sin darte cuenta
En el artículo 66 de esta ley nos encontramos lo siguiente:
"No será de aplicación la restricción anterior siempre y cuando exista un consentimiento previo del propio consumidor y/o usuario para recibir comunicaciones comerciales que habilite al propio operador a efectuar las mismas."
Lo que viene a decir esto es que en el momento en que otorguemos nuestro consentimiento a una compañía, tanto esta como las que formen parte de su grupo podrán llamarnos con ofertas. La gracia aquí es que las operadoras están empezando a incluir en sus contratos una cláusula que contempla justamente eso. Este redactor ha ido a consultar el suyo y se ha encontrado con esto:
“Se informa al cliente o usuario de que podremos tratar los datos obtenidos del cliente o usuario, los datos derivados de la prestación de los productos o servicios contratados que te permitirán (...) disfrutar y recibir ofertas personalizadas de productos y servicios [Operadora] por cualquier medio, independientemente de la empresa del [Grupo de la Operadora] que lo preste (...) personalizar ofertas de productos y servicios [Operadora], con independencia de la empresa [Grupo de la Operadora] que lo preste, cediéndonos los mencionados datos si fuera necesario y de forma puntual, para facilitar la gestión administrativa interna y gestión comercial de dichos productos y servicios.”
De encontrarte esto, lo mejor que puedes hacer es ponerte en contacto con ellos y revocar este permiso. Tienen que dejarte hacerlo. De hecho, lo mejor es hacerlo por escrito, para que quede constancia de ello, así como de su respuesta. Es probable que hagan el proceso algo complejo, pero terminarán por ceder. No les queda otra.
Si te has dado de baja también pueden llamarte
La Ley General de Telecomunicaciones contempla que en caso de que te hayas dado de baja, tu operadora tiene 12 meses para llamarte e intentar conseguir que vuelvas. Eso sí, tienes todo el derecho del mundo a comunicar que no quieres que se pongan en contacto contigo. Basta con explicárselo, a ser posible por escrito y con acuse de recibo.
La razón de ser de esta excepción es que hoy en día en España ya no se abren tantas líneas como antes, y las teleoperadoras buscan sobre todo al cliente descontento con una de ellas que se quiere pasar a otra. En ese sentido, es más difícil captar a un cliente de lo que lo era antes, y por eso se le concede esa “licencia” a la empresa para intentar no perderlo.
Te pueden seguir llamando desde fuera de España
La Ley General de Telecomunicaciones es de aplicación “en todo el territorio nacional”, pero nada se dice de otros países, básicamente porque el Gobierno de España no puede aplicar una ley fuera de sus propias fronteras. Esto provoca que si una empresa contrata un servicio de centralita fuera del país y te llaman desde allí, no estarían incumpliendo ninguna ley.
En ese caso, lo mejor que puedes hacer es bloquear los números de teléfono desde los que te llamen, y así conseguir que se cansen. Cada llamada les cuesta un poco de dinero, y en cuanto vean que no van a conseguir nada contigo, te retirarán de su lista de contacto. De hecho, normalmente cuando recibes esas llamadas en las que cuelgan según las aceptas, suele ser con el propósito de comprobar que tu línea sigue activa. Si no hubieses contestado es posible que tu número fuese eliminado de alguna lista de contacto.
Como puedes ver, las llamadas comerciales están lejos de desaparecer. Sea por A o por B, siempre se las ingenian para que no puedas hacer nada. Si sigues estos consejos conseguirás evitar la mayoría de ellas, pero no te vamos a mentir, te van a seguir llamando, quiera o no. Queramos o no.
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