Joanna Stern, del Wall Street Journal, ha podido recabar datos interesantes en un nuevo artículo publicado en ese medio. Según un ex-empleado de Apple que se ha mantenido en el anonimato, Apple lleva tiempo probando un sensor Touch ID que se puede alojar bajo la pantalla de un iPhone. Y es posible que lo veamos en los modelos de próxima generación que se lancen el próximo otoño.
MacRumors refleja que ese sensor pasaría de ser capacitivo (como los sensores Touch ID presentes en los iPhone SE y iPad Air) a ser óptico. Es decir, que haga falta una fuente de luz para poder crear una imagen fiable de nuestra huella dactilar para identificarnos.
Face ID y Touch ID podrían convivir en un dispositivo
Aparentemente ese modo de detectar loas huellas dactilares, presente en muchos modelos de terminales Android, es menos seguro que los sensores capacitivos de Touch ID. Pero la fuente afirma que Apple habría encontrado un modo más seguro de utilizar esos sensores, logrando un nivel de protección y cifrado de datos equiparable al resto de protocolos de la compañía.
Además, ese sensor Touch ID bajo la pantalla compartiría funciones con Face ID: el iPhone 13 contaría con sensores para ambos métodos de autenticación y el usuario podría elegir entre uno de ellos. En los tiempos que corren, Face ID puede ser perfecto para estar en casa mientras que Touch ID puede coger las riendas cuando estemos en la calle y llevemos la mascarilla. Quizás incluso Apple aplique nuevos sistemas de autenticación combinando Face ID y Touch ID, aunque eso es algo que de momento no está apoyado por ningún rumor.
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