He aquí una señal optimista en medio de tanto derrotismo con la producción de los iPhone XR. Si bien en abril quedaba bastante claro que Samsung se elevaba como el proveedor exclusivo de pantallas OLED para los iPhone, ahora LG ha reaparecido y entregará aproximadamente 400.000 paneles OLED a Apple antes de fin de año como un proveedor más.
Eso ocurre después de que LG haya superado una serie de pruebas de calidad con esos paneles, que habrían motivado a que Apple les diera el aprobado como proveedor adicional además de Samsung. La compañía sale así del agujero en el que se metió tras no poder cumplir los plazos que desde Cupertino les pedían para producir estas pantallas.
Competencia y ventas: dos buenos ingredientes
Esto nos da dos buenas reflexiones. La primera es que eso significa que Apple necesita todos los paneles OLED que pueda conseguir, lo que a su vez señala que las ventas de los iPhone con esos paneles (X, XS, XS Max) no deben ser en absoluto malas.
La segunda es que teniendo dos proveedores, nace la buena y sana competencia: ahora Apple deja de depender de un sólo proveedor y podrá negociar los precios entre dos empresas diferentes. Si una pone un precio más caro, pues se recurre a la otra creando así una presión para que esos precios mejoren.
De todos modos, hay que decir que producir estos paneles OLED aún es caro. El iPhone con pantalla OLED más barato sigue costando más de 1.150 euros, y no parece que esos precios vayan a bajar a corto plazo. El componente por sí solo aportado por LG cuesta unos 90 dólares según la fuente, aunque cuidado con generar el clásico debate de precios inflados: estamos hablando del precio del componente a secas y hay muchos más factores (sobre todo humanos) a tener en cuenta para determinar el precio de un producto final.
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