Ayer se precipitaron los acontecimientos en unos de los juicios más esperados del sector tecnológico. Apple y Qualcomm anunciaban un cese de las hostilidades y llegaban a un acuerdo extra judicial dos días después de arrancar el juicio que les enfrentaba. Un puñado de horas después, conocíamos el motivo: Intel abandonaba la carrera por los modems 5G de consumo.
"No hay un camino claro hacia la rentabilidad"
Estamos entusiasmados con la oportunidad del 5G y la "cloudificación" de las redes, pero en el negocio de los modems de smartphone se ha hecho evidente que no hay un camino claro hacia la rentabilidad y los retornos positivos.
En apenas tres párrafos, la nota de prensa de Intel se quitaba de encima el problema. El 5G para el mercado de consumo ha llegado al final del camino y no continuará para la compañía, dejando en la estacada a Apple. Hace apenas unos meses, Intel anunciaba que pisaba el acelerador con su modem 5G para móviles:
Estamos viendo una gran demanda por el conjunto de características avanzadas del XMM 8160, de modo que tomamos la decisión estratégica de impulsar el lanzamiento de este módem medio año antes para ofrecer una solución líder de 5G.
Pero los retrasos a los que ya estamos acostumbrados con Intel en procesadores x86 también hicieron acto de presencia en estos modems. A comienzos de este mes de abril ya se rumoreaba que el debut de un modem 5G de Intel en el iPhone de 2020 estaba en el aire debido a los retrasos.
Ahora está claro lo que ocurría. Intel no ve suficiente recompensa como para compensar el esfuerzo e inversión necesarios para llevar un modem 5G de consumo al mercado. Y según parece, tampoco llegarían a tiempo Samsung ni Mediatek. Todo indica que esta situación ha precipitado la decisión de Apple.
La urgencia del modem diseñado por Apple
Con la caída de Intel de la carrera por el 5G, Apple pierde a un proveedor que se había vuelto esencial en su estrategia inmediata. La compañía siempre apuesta por tener dos proveedores para la realización de componentes estrella o procesos de fabricación vitales.
En el pasado hemos visto cómo Apple recurría a TSMC y Samsung para hacer los procesadores diseñados por ellos mismos y cómo las pantallas OLED se repartían entre LG y Samsung. Con la batalla legal con Qualcomm, hemos sabido que en Cupertino aspiraban a contar con Intel y los de San Diego para los modems de la actual generación de iPhone. Sin embargo, Qualcomm se negó.
Este contratiempo pone de relieve la necesidad de desarrollar un chip 5G propio de Apple con urgencia. Recientemente se filtró que la compañía había trasladado el diseño de nuevos modems 5G al equipo de Johny Srouji, el vicepresidente senior de tecnologías de hardware.
Por lo publicado, sabemos que Qualcomm y Apple han llegado a un acuerdo de licencia de patentes por seis años, prorrogaba por otros dos años. Esto se traduce en que los modems de Qualcomm estarán presentes en el iPhone durante varios años, aunque no necesariamente en las próximas seis nuevas generaciones. Es decir, que podría estar en las próximas tres nuevas generaciones y que éstas se mantengan en el catálogo otros tres años adicionales, mientras que las nuevas tendrían ya un modem 5G de Apple.
Conforme pase el tiempo, sabremos más acerca del detalle de este acuerdo. Pero todo indica que Apple no tiene más remedio que dejar a un lado sus diferencias y llevarse bien con Qualcomm.
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