Ante la posibilidad de que las filtraciones se recrudecieran, Google ha decido ponerles punto final. La compañía de Mountain View publicó ayer una imagen del Pixel 4, el terminal que se espera para octubre de este año. Aunque solo se trata de una única foto, lo cierto es que sirve para hacernos una idea de una de las armas con las que espera competir con el iPhone 11: la cámara.
Un módulo cuadrado para la primera cámara doble del Pixel
Sin duda, lo que más llama la atención del futuro Pixel 4 es el módulo de la cámara trasera. Según la imagen publicada por Google, el próximo terminal estrella de la compañía tendrá uno con forma cuadrada que albergará un sistema compuesto por:
- Dos sensores de cámara, aún por conocer sus particularidades (gran angular, telefoto, etc.).
- El flash dual.
- Un micrófono.
- Un sensor TOF, para mejorar el modo retrato.
Lo cierto es que, de confirmarse el diseño finalmente en octubre, se parece a lo que hemos estado viendo en filtraciones del iPhone 11. Parece que la colocación de sensores adicionales en las cámaras de smartphones va a pasar del horizontal al vertical y ahora a la distribución cuadrada.
Well, since there seems to be some interest, here you go! Wait 'til you see what it can do. #Pixel4 pic.twitter.com/RnpTNZXEI1
— Made by Google (@madebygoogle) 12 de junio de 2019
Más detalles de la imagen del Pixel 4: no hay un sensor dactilar en la parte trasera. Esto puede significar dos cosas. La primera, que el nuevo terminal tiene el sensor colocado en un botón lateral. La segunda, que Google pasa a utilizar únicamente el reconocimiento facial sin sensores de huellas, tal y como Apple lleva haciendo desde el iPhone X.
Por último, Google parece querer apuntar a un diseño más limpio y premium en esta generación. Se acaban las traseras de doble color y material para tener una de solo una pieza, que podría ser perfectamente cristal.
Google, Apple y el efecto Osborne
El efecto Osborne es un fenómeno social en el que los clientes cancelan o retrasan sus compras de un producto actual pero a punto de quedar obsoleto como resultado inesperado cuando una compañía anuncia un producto futuro de forma prematura.
Así se conoce el término bajo el que la compañía Osborne Computer Corporation anunció una nueva generación de computadoras cuando aún estaban muy lejos de ponerse a la venta. Al final, la empresa quebró en 1985 por motivos que se achacan en parte a ese anuncio demasiado pronto. La moraleja es clara: hablar de productos del futuro demasiado pronto afecta a las ventas de los productos que se están vendiendo en el presente.
Llama la atención la completa ignorancia del efecto Osborne que pueda tener la publicación de la imagen del Pixel 4 por parte de Google. Es evidente que cuanto más se conoce sobre un modelo por venir, más posibilidades hay de que un comprador decida aguantar un poco más. Y, en caso de que no le resulte atractivo, optar por otras opciones. La única explicación es que a la compañía le importan poco las ventas de un producto que ya ha reconocido que ha caído en ventas con el Pixel 3.
En cambio, Apple hace lo contrario. Intenta combatir las filtraciones a toda costa, porque el efecto Osborne es una amenaza real. De ahí, además, que apenas pasen unos diez días entre el anuncio de un nuevo iphone y su puesta a la venta en buena parte del mundo. Y también el riesgo de preanunciar con tanta antelación productos como el HomePod, que incluso sufre retrasos posteriores.
Para Apple, anunciar nuevo hardware de gran importancia como el iPhone con poco espacio con su puesta a la venta es esencial. Es su negocio. Para Google y aunque lo digan en sus presentaciones, el hardware no parece ser tan importante. Porque no es su negocio.
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