La Federal Communications Commission, la agencia estadounidense que se encarga de regular las telecomunicaciones en el país, acaba de desmentir que el iPhone y otros terminales superasen los límites de radiación de radiofrecuencia permitidos. Así lo ha hecho saber en un estudio recién publicado en su web y del que se hacen eco en MacRumors. Con esta declaración, se pone fin a la controversia surgida durante el verano tras un estudio encargado por el Chicago Tribune.
Una frecuencia de radiación perfectamente normales
Todos los terminales de muestra analizados por el laboratior de la FCC, tanto cedidos como comprados por la FCC, producen un máximo de 1-g de media en valores SAR menos que el límite de 1m6 W/kg especificado por las normas de la FCC. Por tanto, todas las muestras de dispositivos cumplen con los límites de exposición a radiación RF para los límites de población general / sin control para los picos SAR de media 1,6 W/kg, y estos tests no produjeron evidencias de incumplimiento de cualquier regla sobre máxima exposición a niveles de radiofrecuencia de la FCC.
Estas son las conclusiones a las que ha llegado la FCC como consecuencia de su estudio. En la introducción al mismo, la agencia indica que el análisis surge como consecuencia de las aseveraciones realizadas por el Chicago Tribune el 21 de agosto de 2019. Que un medio afirmase que una serie de terminales no cumpliesen con la normativa es algo muy "serio" para la entidad, motivo por el que comenzó el análisis de los mismos terminales implicados.
En concreto, se trata de los siguientes modelos:
- iPhone 7, iPhone X y iPhone XS de Apple.
- Vivo 5 Mini de Blu Products.
- Moto e5 Play, Moto G6 Play de Motorola.
- Galaxy S9 y Galaxy J3 de Samsung.
Las pruebas se han realizado sobre los mismos terminales que probó el Tribune en su momento. Y como vemos, los resultados no dejan lugar a dudas: todos los dispositivos cumplen con la reglamentación de radiación de radiofrecuencia.
Una acusación descartada por Apple desde el principio
Aunque Apple no se pronunció en un primer momento acerca del estudio realizado por el Chicago Tribune, sí que dejó estas declaraciones poco después de que saltase la noticia:
Todos los modelos de iPhone, incluido el 7, están completamente certificados por la FCC y en el resto de países donde se vende el iPhone. Después de revisar detenidamente la prueba realizada por The Chicago Tribune, confirmamos que cumplimos con todas las pautas y límites de exposición aplicables.
En aquel entonces, todos los terminales analizados en ese estudio arrojaron resultados que superaban lo permitido legalmente. Lo cual indicaba que las pruebas se podían haber hecho de forma incorrecta. Algo que así señaló la compañía de Cupertino. Aunque pocos se tomaron en serio este análisis en su momento, lo cierto es que cuesta mucho tiempo repetir las pruebas para poder desmentirlos por completo.
En concreto, la FCC ha necesitado casi cuatro meses para repetir las pruebas a todos los terminales implicados.
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