En cuanto a componentes internos se refiere, lo que más destacó Apple del iPhone X y el iPhone 8 durante la pasada keynote fue el nuevo chip A11 Bionic. Una nueva bestia con 6 núcleos que tal y como hemos visto, es capaz de superar al MacBook Pro en pruebas de rendimiento. Pero probablemente no sea la parte más importante, probablemente el componente al que más valor le tenemos que dar es a la nueva GPU, íntegramente diseñada por Apple.
En los últimos meses hemos visto cómo Apple finalizaba su contrato de colaboración con Imagination Technologies, la empresa que hasta ahora hacía los procesadores gráficos de iOS. Las nuevas GPU instaladas en los iPhone 8, iPhone 8 Plus y iPhone X son propias de Apple, y por lo tanto están hechas a medida para optimizarlas al máximo.
Apple ha apostado sobre todo por el aprendizaje automático y la inteligencia artificial con estas nuevas GPUs.Gracias a la capacidad de expandir el tipo de cálculo que realizan, estas nuevas GPUs mejoran increíblemente en velocidad a la hora de reconocer lenguaje natural, reconocer imágenes o procesar gráficos en un juego por ejemplo.
En la práctica, lo que veremos nosotros será un potente dispositivo capaz de mover juegos y vídeos a una velocidad increíble. Sin embargo, hay detalles que hace la GPU y en conjunto mejoran de forma drástica la experiencia de usuario. La velocidad de la cámara del iPhone, la optimización y el procesamiento de las imágenes que captura, Siri en todos los aspectos, ARKit... todo esto no sería posible sin el nuevo chip A11 Bionic y la GPU propia de Apple. Se han optimizado para un alto rendimiento en inteligencia artificial, y es el futuro de los procesadores de Apple. El futuro pasa por dotar al teléfono de inteligencia propia, por hacerlo un poco más humano.
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