Las cosas de palacio van despacio, pero aún así acaban lográndose. La Unión Europea ya ha aprobado lo que puede calificarse como propuesta para unificar los cargadores de todos los dispositivos móviles alrededor de la conexión USB-C. Sólo aquellos dispositivos más pequeños, como los relojes inteligentes, quedarían exentos. Hace sólo dos semanas que ya vimos señales de ese posicionamiento.
El futuro de Lightning, cada vez más corto
Esto es un torpedo directo al iPhone y su conexión Lightning. Apple siempre ha defendido su conexión propietaria y se ha opuesto a un estándar argumentando que se necesita margen para innovar, y limitar las posibilidades a un sólo puerto pone techos a esa innovación. Hay rastros recientes de que Lightning tiene mejoras en un futuro, adaptando sus velocidades a las de USB 3.0, de modo que Apple no ha detenido su desarrollo.
Pero claro, esa mejora de Lightning no va a tener mucho sentido si al final no puede estar presente en la Unión Europea. Aquí Apple tiene como aliado al tiempo, ya que esta propuesta de la Unión Europea puede no ser efectiva hasta 2025. Y en dos años y medio la tecnología puede cambiar mucho, tanto que hasta Apple podría hacer la jugada de vender un iPhone sin puertos para sortear la ley.
Los próximos pasos son trabajar en el texto final y aprobarlo a principios de 2023. A partir de ese momento comenzaría un periodo de entrada en vigor de dos años, tiempo para que las compañías tecnológicas tengan tiempo de prepararse. Queda tiempo y mucha burocracia, pero cada vez hay menos probabilidad de que esta propuesta se anule. Nos vamos hacia USB-C sin prisa pero sin pausa.
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