Si comprar un iPhone te parece caro, repararlo es también caro. Es justo lo que me pasó con mi iPhone 13 Pro Max, comprado en septiembre de 2021 cuando por entonces era el último móvil lanzado por Apple. Aunque alternándolo con otros móviles Android por cuestiones de trabajo, este se ha mantenido como mi teléfono principal en estos dos años y medio.
A finales del pasado año tuve un percance que hizo que la pantalla se destrozase y que también la parte trasera quedase levemente rajada. La solución era fácil, aunque cara: repararlo por el módico precio de 729 euros. Por suerte, el seguro de casa lo cubrió y me sirvió para ahorrarme dinero y descubrir datos sobre reparaciones de Apple que yo al menos desconocía.
Pagar una reparación de iPhone dos o tres años después quizás no merezca la pena
Si algo tenía claro cuando se me rompió el iPhone es que no iba a acudir a un centro no autorizado para repararlo. Puedo opinar (y de hecho opino) que los precios de las reparaciones en Apple y otros servicios técnicos autorizados son muy altos comparados con esos otros centros. Sin embargo, por experiencia puedo dar fe de que los materiales son originales y con infinita mayor calidad que en otros lugares.
Así las cosas, consulté la web de Apple e hice el calculo del montante final: 729 euros que también me fueron presupuestados en la Apple Store cuando acudí ya a pedir el presupuesto en regla. Ya estaba yo por aquella en conversaciones con mi seguro de hogar, pero entre medias quise observar cómo estaba el panorama.
Mi iPhone 13 Pro Max estaba ya descatalogado desde hacía un año, ya que con la salida de los iPhone 14 Pro Max dejaron de venderlos en Apple y se fueron agotando en otras tiendas. Sí que podía encontrarlos reacondicionados, ya fuesen en Apple o en otros lugares. Llegué incluso a ver una tienda que aún tenía unas pocas unidades de él y que ya no dispone.
Algunos de esos otros iPhone 13 Pro Max que vi a la venta llegaban a rondar los 800-850 euros. Una diferencia que no era tampoco demasiado alta respecto a los 729 euros que me costaba reparar el mío. Un 16% en el caso de los más caros y un 9,7% en el resto. Por tanto, tenía sentido comprar uno nuevo, sobre todo por la garantía extra que se añadía y que en mi móvil estaba ya caducada.
Merece la pena sólo si la reparación la cubre un seguro
Mi as bajo la manga en todo este caso estaba en el seguro de hogar. En su día no contraté AppleCare+, ni ningún otro seguro adicional y específico para el iPhone. Sin embargo, no recordaba que el seguro de mi casa lo fuese a cubrir. Sí tengo constancia de que cubre posibles accidentes de móviles que son propiedad de alguien ajeno a la vivienda, pero desconocía que a mí también me cubría.
Así, lo que hice fue enviar un parte al seguro contando lo sucedido, aportando también el presupuesto de Apple y después fue cuestión de días que lo verificasen y me aprobasen el pago. Cabe señalar que normalmente hay dos tipos de actuaciones por parte de los seguros: o bien te pagan todo de golpe o primero te ingresan el importe de la reparación sin IVA para pagarte esa parte restante una vez que hayas ya hecho la reparación y les adjuntes la factura. En mi caso fue eso segundo lo que ocurrió.
Eso sí, debo decir que no es normal que un seguro de hogar cubra este tipo de reparaciones, por mucho que el incidente ocurra en casa. Por eso te recomiendo echar un vistazo a las condiciones particulares y asegurarte de si el tuyo lo cubre.
Reparar un iPhone en Apple tiene dos ventajas que no conocía
A Apple le da igual si la reparación la pagas de tu bolsillo o lo haces con el dinero con el que te ha indemnizado el seguro. En mi caso la clave de todo es que debían cambiar el iPhone por completo y entregarme uno nuevo. Esto sí lo sabía, ya que hay circunstancias en las que a la compañía le sale más a cuenta entregar otro iPhone cuando son varias piezas las que hay que reparar.
Lo que desconocía es el cuándo te dan un iPhone nuevo y cuando reacondicionado. Si la reparación es gratuita porque la cubre la garantía y no tienes que pagar a Apple, te dan uno reacondicionado. Es a efectos prácticos nuevo, ya que no tienen ni un rasguño, la batería es nueva y ha pasado por pruebas de rendimiento que garantizan su funcionamiento. Si pagas la reparación, siempre te darán uno nuevo.
Eso sí, no pienses que te dan a elegir el color y demás. Entregan un modelo exactamente igual al que entregas. En mi caso, un iPhone 13 Pro Max en color grafito y de 128 GB de almacenamiento. Sí se puede dar la circunstancia de que no tengan unidades por ser ya un modelo muy antiguo y te entreguen uno más reciente con mismas memorias, pero en mi caso no fue así. El iPhone 13 Pro Max está descatalogado para su compra, pero Apple aún guarda stock de unidades completamente nuevas para casos como este.
La otra cosa que aprendí de esta experiencia es que se ofrecen dos años de garantía adicionales como si lo acabase de comprar. Sí, ya sé que la garantía legal en España es ahora de tres años, pero es para productos nuevos. En este tipo de reparaciones Apple suele ofrecer seis meses cuando son reacondicionados, pero cuando son nuevos lo amplían a dos. Y eso está muy, pero que muy bien.
Entonces, ¿por qué no recomiendo esta forma de obtener un iPhone nuevo?
Si mi historia ha salido bien, te preguntarás por qué no recomiendo hacerlo. Y diré que hay matices. Si el seguro te lo cubre como en mi caso, fenomenal. No tengo ninguna pega a ese respecto porque he salido plenamente satisfecho de mi experiencia y además con dos años extras de garantía ante cualquier posible imprevisto.
Sin embargo, si has de abonar tú la reparación, no creo que sea lo mejor. Sobre todo si el iPhone tiene ya unos cuantos años, ya que podrás comprobar como puede que te salga mejor comprar uno más reciente a un precio no muy alejado de lo que te cuesta reparar el tuyo.
Calcular la diferencia entre reparar el iPhone y comprar uno nuevo y más reciente es clave para tomar una decisión
Si lo que se te rompe es un modelo de última generación, te dolerá tener que abonar la reparación. Más porque habrá pasado poco tiempo desde que pagaste por comprarlo. Sin embargo, la diferencia de la reparación y el precio de venta sigue siendo grande. En casos como el mío, la diferencia entre repararlo y comprarlo nuevo o en buenas condiciones en otro sitio no es tan grande.
Que también está la posibilidad en ese último caso de optar por la compra de un iPhone de última generación, pero ya supone una mayor inversión y quizás no estás tan tentado. En mi caso hice ojitos a los iPhone 15, pero honestamente no sentía que necesitase cambiar cuando el iPhone 13 Pro Max sigue siendo un buen teléfono. Tanto que hasta Samsung lo valora positivamente.
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