El New York Times afirma que Apple se está preparando para luchar contra el Departamento de Justicia por el caso del atentado de Pensacola. En un artículo publicado hace unas horas (vía 9to5Mac), se indica que Tim Cook estaría dirigiendo un equipo de asesores con el que enfrentarse a las autoridades. Tanto el FBI como el Fiscal General de EEUU han solicitado a la compañía el desbloqueo de dos iPhone utilizados por el autor del atentado.
Presiones desde varios puntos de la administración Trump
Las presiones se han ido acumulando en los últimos días, a una velocidad que ha sorprendido a la compañía según relata el NYT. Al FBI y el Fiscal General se unieron ayer tanto el Secretario del Tesoro como el propio presidente Donald J. Trump.
We are helping Apple all of the time on TRADE and so many other issues, and yet they refuse to unlock phones used by killers, drug dealers and other violent criminal elements. They will have to step up to the plate and help our great Country, NOW! MAKE AMERICA GREAT AGAIN.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 14, 2020
En un tweet publicado anoche, Trump menciona la guerra comercial que aún se está negociando entre China y EEUU. Una guerra arancelaria donde en las últimas semanas se ha producido una bajada de las tensiones entre ambos bloques. Tim Cook mantuvo reuniones con su administración para navegar los aranceles que afectarían a productos de Apple que se importan desde China, evitando que el iPhone entrase en ellas.
Según se desprende de las palabras del presidente, Apple debería trabajar en el desbloqueo de todos los terminales incautados a delincuentes peligrosos, no solo los del terrorista de Pensacola. Por tanto, parece que las autoridades lo ven como una forma de forzar la mano a la compañía en este y otros muchos casos.
Steven Mnuchin, Secretario del Tesoro involucrado en las negociaciones comerciales con China, también ha solicitado a Apple que colabore con las fuerzas del orden. Mnuchin indica que Apple ha colaborado en el pasado y que espera que siga haciéndolo ahora, ignorando que lo que se le pide hacer a la compañía es muy diferente.
En busca de un precedente con dos iPhone "anticuados"
Los dos terminales utilizados por Mohammed Saeed Alshamrani, presunto autor de un tiroteo en la base aérea de Pensacola, Florida, son un iPhone 5 y un iPhone 7. En el primer modelo, se trata de un modelo con ocho años a sus espaldas. No fue hasta el año siguiente en que Apple introdujo el procesador A7 de 64bits que traía un Secure Enclave de serie.
Por ello, desbloquear un terminal como el iPhone 5 que se quedó con iOS 10.3.4 no supone un gran desafío para las herramientas forenses que hay en el mercado. Aunque el iPhone 7 cuenta con un procesador más moderno y aún se encuentra soportado por iOS, algunas herramientas que se comercializan a las fuerzas de seguridad también son capaces de desbloquearlo. Este tipo de herramientas requieren tener acceso físico al terminal para poder introducir un software de desbloqueo.
Según ha indicado Apple en su comunicado de ayer, entregaron a las autoridades varios gigabytes de información. La compañía no dice de dónde salen pero es fácil deducir que se trata de la copia de seguridad en iCloud del dispositivo. Pero lo que se escaparía de esa copia son todos los archivos y datos cifrados, como por ejemplo, los mensajes tanto de iMessage como de otros servicios que utilizase el terrorista. Sin la contraseña que demandan los investigadores, no sería posible descifrarlos.
Como indican en 9to5Mac, acceder a modelos de iPhone antiguos es relativamente barato (unos 20.000 dólares). Por tanto, el coste no es un problema. Se sospecha que las autoridades quieren llegar al final de este caso para sentar un precedente con el que forzar a Apple a escribir un software que Tim Cook calificó hace años como un "cáncer". Esta situación contrasta con lo que ocurrió con el iPhone de San Bernardino en 2016, donde el FBI acabó tirando la toalla antes de que un juez dictara sentencia que pudiera ser desfavorable para los intereses del bureau.
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