Las mejoras de iPadOS 13.4 y la llegada del nuevo Magic Keyboard para las generaciones más recientes de los iPad Pro han entusiasmado a aquellos que, como yo, defienden el iPad como el próximo ordenador para las masas. Sólo ha hecho falta mejorar el soporte del cursor y añadir un trackpad en ese teclado para que de repente, los iPad Pro sean vistos como terminales mucho más capaces de lo que son ahora.
Y con esas mejoras también ha llegado un debate que no debemos ignorar: hay muchas voces que, sin estar desencaminadas, comparan el nuevo iPad Pro con ese Magic Keyboard que llegará en mayo con los dispositivos Surface de Microsoft. La tableta de Apple y ese convertible parten de caminos y conceptos diferentes, pero han acabado convergiendo en dos plataformas muy parecidas y destinadas a competir frente a frente. La pregunta es: ¿tenía Microsoft razón desde el principio?
Dos caminos diferentes que comparten un mismo tramo
Algunos medios han desarrollado la idea, como Verge. Las respuestas a ello no han tardado en llegar, como por ejemplo esta réplica de Rene Ritchie:
Posit: What Microsoft was right about was how to make tablets into convertibles for traditional computer nerds.
— Rene Ritchie (@reneritchie) March 19, 2020
And the iPad Pro is Apple's way of subsuming that niche but lucrative market.
But Steve Jobs/Apple was right about tablets. That's why the iPad owns that market. https://t.co/xO2X7z5DNv
El camino de la Gama Surface partió de la idea que el mercado necesitaba un nuevo tipo de dispositivo, que con el tiempo acabó definiéndose como el 'convertible'. En una época en la que las tabletas se usaban principalmente para consumir contenidos y eran vistos como algo muy básico, Microsoft planeó fusionar el concepto de portátil y tableta para así tener los beneficios de ambos conceptos a nuestra medida.
No fue una mala idea. Los Surface no han sido una revolución que digamos, pero han generado sus ventas y cuentan con una comunidad de usuarios y aficionados que no se puede ignorar. Además, la gama Surface se ha ido diversificando para adaptarse a la demanda. En Redmond, definitivamente, han encontrado una fuente de ingresos interesante.
El iPad, por otro lado, empezó siendo una tableta que quería ser mejor en aquellas tareas donde el iPhone no daba lo suficiente y el portátil daba demasiado. Y a lo largo de los años ha quedado demostrado que ha sido un éxito: el iPad se ha convertido en el rey absoluto de las tabletas en todo el mundo.
Lo que ha ocurrido es que poco a poco, y gracias a las mejoras fruto de las peticiones de los usuarios (cursor, conexión con dispositivos de almacenamiento, la aplicación Archivos...), el iPad se ha ido abriendo a ser más flexible y capaz para una comunidad de usuarios más exigentes. De la demanda de ese nicho de usuarios ha nacido el iPad Pro, que ha ido coleccionando grandísimas ventajas como la pantalla de 120Hz. No sólo por su tasa de refresco, si no por que de este modo accesorios como el Apple Pencil trabajan sin virtualmente ninguna latencia. John Gruber lo explica de esta forma: no es que Apple busque parecerse al Surface, es que Apple busca el dispositivo ideal para los días en los que nos encontramos. Igual que hace Microsoft con sus Surface.
De esos dos caminos hemos terminado viendo dos dispositivos muy parecidos. La diferencia más llamativa es que los Surface cuentan con una versión completa de Windows (ha partido del concepto de sobremesa tradicional para cambiar hacia algo flexible) mientras que los iPad utilizan iPadOS (partiendo de algo puramente móvil para ir aplicando características de sistemas tradicionales). Windows intentó convencer a todos con su interfaz Metro, pero fracasó mientras el iPad partía de iOS para que el público no se topara con una curva de aprendizaje demasiado brusca.
Si en algún momento Apple ha admitido que Microsoft tenía razón, lo habrá hecho en los últimos meses, muy recientemente (y no es nada malo). No a lo largo de los años. El iPad no ha sido un intento de derrotar a la surface o a otras tabletas: el iPad siempre ha ido por libre y la industria, en su gran mayoría, sigue estando directamente en su sombra.
Lo que resulta más interesante es el futuro. Ahora que tenemos dos dispositivos tan parecidos, ¿Cómo competirán entre sí? Entrarán en valor muchas cosas, como la cantidad de aplicaciones disponibles, el rendimiento de los dispositivos, su portabilidad, su batería... Apple parte con ventaja por cantidad de usuarios e ingresos en el mercado, pero eso no es garantía de nada. Veremos cómo evoluciona todo a lo largo de los meses.
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