El 6 de Enero de 2004, Steve Jobs presentaba el iPod mini como un ejercicio de diferenciación: el iPod era el dispositivo portátil de moda y Apple debía avanzar en la idea que tenían sobre el producto. El dispositivo original influyó en la idea de los consumidores tenían sobre los dispositivos electrónicos, el diseño ya era una parte importante no sólo de la apariencia física: también influía en su funcionamiento. La legendaria click-wheel llegaba al mercado.
El apellido "mini" fue una gran estrategia para Apple. Concebido originalmente para designar artículos más contenidos en cuanto a tamaño, respecto a los dispositivos originales. Era una apuesta y un mensaje a sus clientes, la tecnología se podía retorcer un poco más para crear una rama alternativa con el ADN del dispositivo original.
Los dispositivos "mini" fueron perfectos para satisfacer dos enfoques distintos del mismo producto
Se utilizó también para conseguir dos orientaciones por dispositivo: los que necesitaban un producto de la gama como "entrada" y los que demandaban lo máximo que un hardware de ese tipo pudiera ofrecer. Apple se dio cuenta que era imposible satisfacer ambos extremos, y los dispositivos "mini" fueron perfectos para conseguir reducir precios de cara al consumidor - sin ser baratos - así como para redondear el concepto de producto "global" en cada gama. En cada nueva generación, Apple sigue redefiniendo los dispositivos "mini", y es el caso del iPad mini de este 2014.
¿Qué es diferente?
El iPad mini surgió hace dos años, en Octubre de 2012, como un nuevo iPad más manejable con una potencia similar al de su hermano mayor de la época. Algo que se acusaba en aquel primer modelo era la carencia de la pantalla Retina, a la que ya nos acostumbramos en los dispositivos móviles desde la salida del iPhone 4, y que en un iPad comenzaba a considerarse necesaria.
Apple igualó hardware en la generación anterior del iPad mini 2 y iPad Air
La respuesta de Apple con su segunda generación, la del año pasado fue rotunda: no sólo lanzó un iPad con pantalla Retina, sino que lo situó a la altura del novísimo iPad Air lanzado simultáneamente, tanto a nivel de especificaciones hardware como a nivel de diseño. Fue un golpe en la mesa que hacía muy complicado elegir entre un iPad Air y un iPad mini, ya que básicamente, ambos dispositivos era prácticamente el mismo modelo, pero con pantallas de distinto tamaño. No había nada más "mini" ahí.Este 2014 nos ha dejado una sensación enfrentada si comparamos el lanzamiento de Apple con respecto al año pasado: el fantástico iPad Air 2 ha evolucionado, pero el iPad mini 3 sigue siendo el modelo del año pasado, con nuevos colores externos, Touch ID y cambios en las capacidades de almacenamiento.
A priori incluso resulta curioso como Apple habla de una generación "3" en modelo que no es un salto cualitativo respecto al anterior, sino más bien una puesta al día en la normalización hacia Touch ID que la propia empresa quiere imprimir a toda la gama de dispositivos móviles. Apple Pay sin duda es la causa principal, pero como veremos más adelante, el sensor dactilar también puede ser muy útil para el usuario aunque quizás no algo que por si sólo defina decantarse por este modelo de 2014.
El nuevo color dorado - el modelo de las fotos - es sin duda un acierto para todos aquellos que busquen un toque diferente en su próximo iPad: si en el iPhone os pareció bonito os encantará en un dispositivo de mayor envergadura como el iPad. El color es bastante suave pero a la luz consigue matices bastante resultones y no queda nada mal combinado con la carcasa blanca.
Los diferentes tamaños de almacenamiento entrelazan la generación anterior y actual del mini
Como otro gran cambio en esta generación, tenemos los diferentes tamaños de almacenamiento, pasando de los anteriores modelos de 16GB y 32Gb, a 16GB, 64GB y 128GB. A destacar la desaparición en el iPad mini 3 del modelo 32GB, que pasa del almacenamiento de "entrada" de 16GB al de 64Gb, directamente. Parece que el hueco del modelo de 32GB lo sigue ocupando el mini 2 del año anterior, que se situa con los precios actuales incluso más barato que el modelo 16GB del mini 3. Este hecho es precisamente una de las grandes conclusiones que podemos extraer de lo que Apple ha querido hacer este año: entrelazar generaciones y que cada una de ellas se complemente, tanto en precio, como en características.
No caigamos en lo fácil: el hardware sigue siendo potente
Uno de los efectos más evidentes que Apple (y los usuarios) deberían saber calibrar - y quizás mitigar - en futuros lanzamientos de este tipo, es la sensación de que nos venden un modelo "obsoleto" un año más. Y no lo es: el hardware del iPad mini 3 quizás no monte el último modelo en procesadores de Apple, pero no debemos olvidar que el chip A7 consta de arquitectura de 64-Bits y como tal, nos aporta grandes ventajas en rendimiento energético y potencia, dos pilares claves en cualquier dispositivo móvil. El paso del chip A7 al nuevo A8X del iPad Air 2 no es tan abrupto como el que supuso el cambio del A5 del iPad mini original al A7 del modelo actual, sin duda impulsado por la necesidad de una mayor optimización de cálculo para alimentar todos y cada uno de los pixeles de su pantalla Retina.
Si lo comparamos con el iPad Air 2, contemporáneo del modelo "mini" actual, sólo nos quedaremos sin la característica de vídeo a cámara lenta y el modo ráfaga que se ha añadido al iPad Air 2 para exprimir al máximo las posibilidades del chip A8X. En cuanto al resto de posibilidades a nivel de aplicaciones o hardware, las aplicaciones y el sistema operativo funcionarán de forma muy similar en ambos iPads. El extra de potencia que aporta el chip A8X en al Air 2 sólo será necesario para usuarios que utilicen a menudo aplicaciones de alta demanda gráfica, editores de vídeo, juegos optimizados (que sí que existen para el chip A8X, aunque en A7 funcionan perfectamente). En definitiva: el usuario "normal" no notará ese incremento más en potencia que aporta el ultimísimo A8X de Apple, ya que el A7 sigue siendo un fantástico procesador para los dispositivos hardware de hoy en día.
La batería continúa impasible
Un punto importante: la batería. Cualquier nueva generación debe, como mínimo, mantener la duración del modelo anterior. Esto es algo que Apple hace muy bien: la duración de la batería en todos los modelos de sus iPads está especificada - siempre teóricamente - con los mismos números: "Hasta 10 horas de navegación por Internet vía Wi‑Fi y de reproducción de vídeo o música y hasta 9 horas de navegación por Internet a través de redes móviles". Es la única característica transversal con la que Apple define todos y cada uno de los iPads que tiene ahora mismo a la venta.
De hecho, en mi opinión una de las razones por las que Apple se pasó a la tecnología de 64-Bits era para optimizar, y contener, el rendimiento energético. Con el progresivo adelgazamiento de los dispositivos (y por ende, de las baterías), así como la mayor demanda de potencia de las nuevas generaciones, es imprescindible una optimización mayor que pasa por mejoras en la arquitectura. El iPad mini 3 cumple con esto de la misma forma que lo cumplía su predecesor, por lo que sigue siendo una buena noticia.
La pantalla
En la generación anterior, las pantallas del iPad Air y el iPad mini 2 eran prácticamente idénticas, pero ya ahora no ocurre lo mismo con el nuevo iPad Air 2 en el mercado. La nueva pantalla del Air 2 es espectacular, tal y como vimos en al análisis de ese modelo, y uno de los motivos es la nueva laminación que reduce las capas entre el panel y el cristal frontal. El resultado cuando comparamos ambas pantallas sí que pone en evidencia la distancia entre generaciones.
La profundidad del color es visiblemente superior en el Air 2, que además cuenta con una película antirreflectante que - aunque no logra evitar los reflejos de exposición directa al Sol - si que consigue atenuar en cierta medida los brillos que aún siguen estando presentes en el mini 3:
Todo esto en absoluto quiere decir que la pantalla del nuevo mini 3 (o del mini 3) sea mala, ni muchísimo menos: es una gran pantalla con panel IPS y la claridad y definición es espectacular. Hay que recordar que a pesar de tener la misma resolución que la de los iPads de 9,7", tiene más densidad de píxeles (de 264 p/p pasamos a 326 p/p en el caso de los mini).
Un cambio en la laminación sí que hubiera representado forzosamente un cambio en el diseño físico del iPad, por lo que se entiende que Apple no haya querido alterar la fórmula, de momento. La película antirreflectante por si sólo tampoco hubiera mucho sentido sin el cambio anterior, por lo que la compañía optó también por ser conservadora en este aspecto, ya que por si, la pantalla sigue siendo magnífica.
¿Es Touch ID algo diferenciador?
El cambio más importante de esta generación es la inclusión de Touch ID, con lo que Apple consigue normalizar todas las generaciones actuales de dispositivos móviles y los prepara para la rampa de salida que será el 2015 y su Apple Pay.
En el iPad, Apple Pay no funcionará exactamente igual que con en los iPhone 6 ya que ni el iPad Air 2 ni el iPad mini 3 cuentan con NFC. Esto inhabilita los pagos sin contacto pero prepara al dispositivo para pagar con tarjetas compatibles con Apple Pay. Es decir, podemos instalar digitalmente algunas de las tarjetas compatibles con Apple Pay (de momento en España no hay ninguna disponible, pero llegarán) y autentificarnos con nuestra huella dactilar utilizando Touch ID.
Touch ID será más valioso cuando Apple implemente un sistema de gestión de usuarios en iOS, al menos para los iPads
Sin embargo, más allá de los usos típicos que podamos considerar como Apple Pay, también debemos considerar la autenticación en nuestro iPad con la huella, muy útil aunque no tan como en los iPhones por ser menos manejable en cuanto a tamaño. Y sobre todo a la hora de pagar en la App Store, iTunes y muy a tener en cuenta: la apertura en iOS 8 a aplicaciones de terceros para utilizar el lector de huellas en sus propias aplicaciones, sin duda algo que aporta mucho valor también al usuario aunque hoy en día, no sea algo que por si sólo se pueda considerar como determinante para la compra de este iPad. Sólo, una mejora más con perspectivas de futuro.
Por otro lado, Touch ID ganaría muchísimo cuando Apple decida implementar de una vez la configuración de distintos usuarios en iOS, algo que hoy en día ya debería ser imprescindible. Utilizar el lector de huellas para cambiar entre los distintos usuarios de una casa sí que le daría mucha más importancia a Touch ID en nuestro día a día.
Nuevos precios y almacenamiento: ¿Qué decidir?
La mayor ventaja con la salida de este nuevo iPad mini 3 es el reajuste de precios de toda la gama "mini" para incorporar el nuevo modelo. Esto significa que Apple ha considerado las capacidades de almacenamiento como una característica más y ha entrelazado las generaciones para que haya casi un iPad mini perfecto para cada bolsillo.
En mi opinión, directamente descartaría el iPad mini original. La versión Wi-Fi con 16GB (no hay en más capacidades) está a 239€, mientras que con la misma capacidad y por 289€ más podréis compraros el mini 2 con pantalla Retina y chip A7, que bien merecen pagar esos 50€ de diferencia (principalmente por la pantalla, aunque el incremento de potencia también es notable). El modelo con mejor balance entre precio/características, es el iPad mini 2 de 32GB a 339€: es potente, con buena capacidad de almacenamiento.
Si soleis llevar películas en vuestro iPad, necesitaréis algo de más capacidad: es el indicador de que tendréis que pagar un poco más y haceros con un iPad mini 3, yo os recomendaría el modelo de 64GB a 489€. Siempre hablando de precios de los iPads Wi-Fi, ya que como consejo os podéis ahorrar dinero o invertirlo en un modelo superior comprando uno sin 4G y compartiendo vuestra conexión desde vuestro teléfono inteligente. En el iPhone con iOS 8, es sencillísimo hacerlo, y no notaréis diferencia a llevar la SIM incorporada en el dispositivo.
Conclusiones
El lanzamiento de los nuevos iPads de este 2014 se puede considerar una transición de los modelos anteriores, hacia una actualización y puesta al día. Apple puso toda la carne en el asador con el nuevo iPad Air 2, realmente un tablet espectacular y pisó el freno con el iPad mini 3, actualizando sólo estéticamente y alineando el dispositivo entre el resto de su hardware con Touch ID.
El iPad mini 3 es interesante para quienes necesitan más capacidad en un mini que sigue siendo muy potente
Sin embargo, el iPad mini 3 sí que tiene su hueco en el mercado: las nuevas capacidades lo hace muy atractivo para los usuarios que requerían capacidad en el tamaño del mini y Touch ID es una ventaja más que queda relegada a segundo plano porque todavía no es una pieza clave de la gama. Esperemos que Apple implemente un sistema de usuarios en iOS como el que todos esperamos y Touch ID se convierta por fin el algo diferenciador. El camino abierto a los desarrolladores en iOS 8 para integrarlo en sus aplicaciones es un paso con mucho camino que recorrer.No podemos olvidar tampoco el "ajuste" del resto de la gama mini en este 2014 que, como hemos hablado, casi podría considerarse una generación única: sigue siendo potente, con mucha vida por delante y ahora disponemos de un modelo casi para cada necesidad.
En Applesfera | Análisis iPad Air 2
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