Durante estos días en el CES estamos empezando a ver algo que seguro que has tenido en mente: ordenadores portátiles con pantalla OLED. Esas pantallas están ya en los iPhone y en los Apple Watch, así que ¿qué es lo que hace falta para que simplemente salten a los iPad y a los Mac? La cuestión del tamaño no es problema con todos los grandes televisores de 60 y hasta 100 pulgadas que hay ahí fuera.
Otro problema antes común con los paneles OLED era el cambio de los colores con ciertos ángulos de visión, pero ahora eso se ha corregido mucho en las pantallas más modernas. Así que, ¿qué es lo que hace que en Apple sigan utilizando pantallas LCD LED (aunque sean de muy buena calidad, todo hay que decirlo) en sus iPad y sus Mac?
OLED te da la mejor calidad, pero aún con inconvenientes
Las ventajas que ganaríamos con una pantalla OLED ya las sabemos: colores más reales con un contraste mejorado, perfiles de color HDR y Dolby Vision, un menor consumo de batería (y menos aún si utilizamos temas oscuros como el de macOS Mojave) y la posibilidad de reducir los marcos y el grosor del panel en el caso de los ordenadores portátiles.
Pero donde hay ventajas también hay obstáculos, empezando por el precio. Los paneles OLED son más difíciles y caros de fabricar, además de que hay una escasez de ellos a nivel mundial. El efecto ya lo puedes ver en la diferencia de precios de los iPhone XR y los XS: el "plus" de pantalla OLED cuesta 300 euros más. Esa diferencia de precio se acentuaría en los iPad y los Mac, haciéndolos mucho más caros de lo que ya son.
No dudo en que si Apple lanzara, digamos, un MacBook Pro de 15 pulgadas con pantalla OLED a 3.999 euros seguro que habría quien lo compraría. Seguro. Pero se trataría de un ordenador muy orientado a los profesionales más exigentes, con unas ventas muy bajas que a lo mejor no compensarían los costes de fabricación del ordenador. Para que las pantallas OLED terminen sustituyendo las LCD LED que aún se utilizan sus costes de fabricación tienen que bajar.
Otro problema podría ser el "quemado" y el desgaste de la pantalla. Nuestros compañeros de Xataka ya nos lo dicen en su guía de compra de televisores más reciente: no te compres un televisor OLED si vas a tenerlo encendido más de 4-6 horas al día. Los paneles OLED aún tienen un problema de desgaste de pantallas, y en los Mac precisamente hay elementos de la interfaz que están ahí permanentemente como la barra de menús o las ventanas de ciertas aplicaciones si las utilizamos durante muchas horas al día. Gastarse esos 4.000 euros en un MacBook OLED para que luego haya imágenes "quemadas" en la pantalla al cabo de un año no haría mucha gracia a esos profesionales de los que hablo.
MicroLED, la alternativa que tiene más probabilidades de ser una realidad
Puede que Apple esté utilizando paneles OLED en sus iPhone y Apple Watch, pero ya lleva diez meses investigando otro tipo de paneles: los llamados MicroLED. Éstos tienen todas las ventajas de los paneles OLED en cuanto a perfiles de color e incluso consumen todavía menos energía, pero además evitan esos "quemados" de imágenes y su vida útil es mayor. En el CES 2019 ya hemos visto cómo Samsung apuesta por esta tecnología para el futuro de sus televisores.
El inconveniente aquí seguiría siendo el mismo de siempre: el precio sigue siendo alto. Son paneles que aún están muy verdes, y por lo tanto tendrá que pasar algún tiempo hasta que se popularicen y bajen de precio (y eso si la materia prima para fabricarlas no escasea). Es más probable, por lo tanto, que Apple apueste por otros tipos de panel (no olvidemos los QLED, por ejemplo) que aunque no lleguen a la calidad de los OLED sigan representando una mejora respecto a los LCD que usa actualmente.
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