Hace tres meses que se lanzó oficialmente iOS 17 para todo el público. Sin embargo, existió mucho antes. Fue en junio del pasado año cuando iOS 17 se presentó en la WWDC 2023 y cuando Apple puso a disposición de los desarrolladores las betas. Ahí fue cuando empecé a probar a fondo la nueva actualización en mi iPhone 13 Pro Max.
Recalco además el modelo de iPhone porque, pese a no ser un iPhone muy viejo ni de gama baja- fue el de más alta gama en 2021- lo cierto es que no es el último, ni el penúltimo. Por tanto, es un dispositivo que quizás tendería a rendir algo peor con iOS 17. que todo un iPhone 15 Pro Max. Si lees esto desde un iPhone con iOS 16 y las razones clásicas para actualizar no te convencen, quizás mi experiencia pueda hacerte cambiar de opinión. O no…
Rendimiento notable en los primeros meses. Sobresaliente ahora
Empiezo hablando por lo que a fin de cuentas es más importante y, creo, hace que muchos usuarios se mantengan aún en iOS 16 pese a poder actualizar su iPhone a este iOS 17. Y para ello hago un spoiler: muy satisfecho, aunque no desde hace mucho tiempo.
El rendimiento de iOS 17 durante el periodo en betas fue razonablemente bien, aunque casi que prefiero obviar aquel periodo por no ser un análisis justo al ser una versión previa a la que luego acabó lanzando Apple de forma oficial. Ya en las versiones estables debo decir que no ha sido hasta iOS 17.2 que he encontrado un sistema depurado. Hasta entonces, demasiada inestabilidad.
Desde el lanzamiento de iOS 17.0 en el mes de septiembre, se fueron sucediendo las actualizaciones. Llegó incluso a un punto ridículo en el que en menos de diez días hubo tres actualizaciones. El objetivo era el de corregir errores varios, pero lo cierto es que no se consiguió del todo. No al menos en mi caso.
La batería empeoró, aunque ahora ya va mejorando
La autonomía de mi iPhone, con menos de un 90% de salud de batería, no era ya para tirar cohetes. Sin embargo, noté mucho el cambio en iOS 17. De aguantar razonablemente bien una jornada de uso en iOS 16, pasé a cargar dos o tres veces al día el teléfono.
"Toca cambiar la batería", llegué a pensar. En absoluto. La autonomía fue mejorando de forma progresiva hasta llegar al actual iOS 17.2.1. Obviamente no alcanzó los niveles que llegué a tener cuando el iPhone era nuevo, algo evidente por el deterioro. Sin embargo, volví a cargarlo una vez al día por la noche y a veces incluso con un 20% de batería aún, lo cual me hubiera dado para un ratito más de uso.
Tiempo después y por circunstancias que no vienen al caso, tuve que pasar por el servicio técnico y obtuve otro iPhone 13 Pro Max, pero esta vez nuevo completamente y con un 100% de su salud de batería. Evidentemente la cosa mejoró mucho, pero es poco comparable al caso anterior por razones evidentes.
Con iOS 17.3 la cosa promete. Salió esta semana oficialmente, aunque yo ya estuve probando la última y definitiva beta desde la semana pasada y percibo que la autonomía ha mejorado aún más. Como ya decía, y aunque sea de hace dos generaciones, mi iPhone es nuevo y por tanto no tenía grandes problemas, por lo que tampoco es que la mejora de iOS 17.3 haya sido enorme.
Sabor agridulce con las novedades y una promesa a futuro
No voy a andarme por las ramas y negar lo evidente: iOS 17 ha sido y es una versión muy descafeinada. Mi parte objetiva de analista tecnológico me hace ver que es algo normal viendo la madurez del sistema operativo. Incluso perdono que de momento no hayamos asistido a la revolución de la IA que apunta a iOS 18.
Sin embargo, mi alma entusiasta me pide siempre más y más. Así todo, debo decir que aunque sea poco lo que añade, me ha gustado. Hay varias novedades que no aprovecho, como es lo relativo a iMessage, servicio que no uso ni siquiera con mis contactos con iPhone.
En cambio, sí utilizo mucho las tarjetas de contacto personalizadas. Crearlas desde cero es fácil y me ha recordado a la era pre-smartphone en la que poder poner una foto a un contacto era toda una novedad. No es que esta sea una gran revolución, pero estéticamente ha supuesto un salto interesante para ver bien quién me llama y evitar confusiones cuando llamo yo. De hecho, me ha dado pie a reorganizar por completo la agenda y librarme de contactos antiguos que ya no necesito.
Aunque si hay algo a lo que haya sacado partido es a la combinación de 'Recordatorios' y widgets interactivos. No me voy a extender demasiado porque ya dediqué todo un artículo a contar mi experiencia con 'Recordatorios' en iOS 17, pero sí diré que ha mejorado mucho. La he redescubierto por completo y con la posibilidad de interactuar desde los widgets sin entrar en la app me ha supuesto toda una bendición.
No me quiero olvidar tampoco de poder etiquetar mascotas en la app 'Fotos' o la posibilidad de usar Apple Maps sin conexión, función que sigo sin comprender que tardase tanto en llegar, pero que bienvenida sea (sobre todo cuando me muevo en coche en zonas sin cobertura de datos).
Sí reconozco tener una asignatura pendiente con 'Diario'. La nueva aplicación que trajo iOS 17.2 está cargada de potentes funciones que ciertamente me llaman la atención por aquello de recordar mi a mi yo del pasado cuando pasen unos años. Sobre todo desde que escuché el enfoque de nuestro compañero Javier Lacort en el episodio "Una cápsula del tiempo" de Loop Infinito.
Ahora bien, de iOS 18 espero mucho más. Como siempre, supongo. Sin embargo, creo que este 2024 sí debe ser el año en el que el software de Apple tome un nuevo rumbo a nivel funcional combinando acciones desarrolladas mediante inteligencia artificial. Por lo pronto, si me pidiesen una puntuación, le daría un 6,5 sobre 10 a iOS 17. Y si hay alguien que no quiere actualizar, le diría que no se pierde nada. Eso sí, por cuestiones de seguridad sí recomiendo que actualice al menos a iOS 16.7.4.
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