Apple acaba de actualizar un documento de soporte para desarrolladores donde ha anunciado el nivel de adopción de iOS 11. La última versión del sistema operativo del iPhone, iPad y iPod Touch está presente en el 65% de los dispositivos que se conectaron a la App Store en los últimos días.
Una versión de iOS con una adopción más lenta
Como puede verse en la imagen superior, el 65% de los dispositivos se encuentran con la última versión de iOS. Un poco más de un tercio cuentan con una versión anterior, con iOS 10 aún en el 28% y un 7% adicional en alguna versión previa a esta.
Si hay algo que caracteriza al sistema operativo móvil de Apple es la velocidad a la que se despliegan las grandes actualizaciones. iOS 10 tuvo una acogida bastante rápida entre el público tras su lanzamiento. Sin embargo, esto no ha sucedido con esta versión de iOS 11.
A comienzos de noviembre, iOS 11 estaba presente en el 52% de equipos. Un mes después, esta cifra aumentaba hasta el 59% y ahora se encuentra en el 65%. Por comparar, iOS 10 se encontraba en el 76% de los dispositivos a comienzos de enero de 2017, una cifra sensiblemente superior a la actual.
Por qué es importante el ritmo de actualización de iOS
Lo hemos dicho otras veces pero conviene recordarlo de nuevo. Contar con la última versión del sistema operativo es una forma de medir varios puntos muy relevantes de la plataforma:
- Para Apple, le permite empujar iOS como una plataforma única, pudiendo desplegar nuevas funcionalidades tanto del sistema operativo como para apps de terceros con rapidez.
- Los desarrolladores pueden concentrar sus esfuerzos y recursos en menos versiones, asegurándose que si lanzan una app con compatibilidad para iOS 10 en adelante tendrán casi al 100% de la base de usuarios cubierta.
- El ritmo de adopción de iOS favorece al usuario desde el punto de vista de tener siempre las últimas medidas y parches de seguridad, así como apps de terceros actualizadas y a punto.
Sin embargo, iOS 11 se encuentra 11 puntos por detrás de la adopción de iOS 10. Este lento despliegue podría achacarse a las reticencias iniciales de los usuarios típicas de una nueva versión de iOS. Ni la aparición de nuevos emojis con iOS 11.1 a finales de octubre ni la aparición de las vulnerabilidades de software Spectre y Meltdown han empujado a los usuarios a actualizar.
Lo que sí podemos descartar, al menos en los primeros meses, es la polémica de las baterías y el rendimiento del iPhone. Ésta se produjo a finales de 2017, cuando iOS 11 ya llevaba casi cuatro meses entre nosotros. Eso sí, veremos cómo afecta este asunto a la adopción de la nueva versión de iOS que se presentará en la próxima WWDC de este verano.
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