Vamos a deshacernos de todos los botones y poner una pantalla gigante. Esa es la frase con la que Steve Jobs desveló el frontal del iPhone original por primera vez en la historia, al mismo tiempo que desacreditaba todos los "smartphones" que había antes con pantallas mucho más pequeñas y un teclado que ahora nos parece casi inusable. Pero ahora podríamos decir lo mismo de ese primer iPhone, que tenía una pantalla de sólo 3,5 pulgadas.
Esa pantalla pasó de ser algo enorme a ser mediocre en tan sólo tres años, con toda la competencia probando suerte con pantallas de 4 y hasta 5 pulgadas. Y acertaron, porque el mercado se ha movido firmemente hacia esos tamaños mientras Apple defendía su tamaño porque era mucho más fácil de usar con un dedo. Esa excusa tiene todo el sentido del mundo... pero los cambios del mercado la han hecho sencillamente inválida.
La misma Apple sabe que debe lanzar iPhones más grandes para atraer ventas
Ya se descubrió que hasta la misma Apple lo tiene asumido en unas diapositivas internas que Samsung filtró en los tribunales: la gente puede y quiere gastarse más de 500 dólares en un teléfono, pero si lo hacen quieren que ese teléfono tenga una pantalla grande.
La cosa está clara: Apple puede defender su argumento de usar el smartphone, pero el mercado manda. Y sí, Apple alargó la pantalla en el iPhone 5 con la "ventaja" de que así el ancho no cambiaba y el argumento del pulgar seguía allí, pero no ha sido suficiente. Hay que sacar algo más grande, y parece que finalmente lo tendremos en cuanto el verano se despida.
Eso traerá consecuencias. Primero, el departamento de marketing tendrá que exprimirse el coco para dejar atrás ese argumento del pulgar. Y segundo, iOS debe adaptarse a las nuevas pantallas. No en cuanto a resoluciones y espacio para las aplicaciones, sino en conservar esa comodidad aunque el iPhone crezca de tamaño.
Los gestos de pulgar que llegaron con iOS 7 ya dan alguna pista del camino que ha tomado Apple
Alguna señal ya llegó con iOS 7: ante el problema de que la pantalla era demasiado alta para irnos al botón superior izquierdo de las aplicaciones, Apple creó el gesto de izquierda a derecha con el pulgar a cualquier altura para tener la función de "ir hacia atrás" más a mano. Y la verdad es que como persona con manos pequeñas, lo agradezco mucho.
Pero claro, ahora ya no se trata de eso... ahora personas como yo ya no podremos ni alcanzar el otro extremo de la pantalla con al pulgar. Ya tendremos que coger el iPhone con una mano y usarlo con otra. Es lo que han hecho muchos terminales de la competencia, pero no es lo ideal. Y algunos se han pensado soluciones que me dejan sin palabras:
Con todos ustedes, el "one handed mode" del Galaxy S5. No, no, no y mil veces no, Samsung.
Sabemos que Apple no es una compañía que haga estas cosas o obvie problemas como estos, así que... ¿qué pueden tener pensado en Cupertino? Pues un rastro lo vi en la web oficial de iOS 8, fijaos en la siguiente imagen promocional:
¿Habéis visto cómo se controla la grabación de voz? Con una interfaz que aparece del botón de enviar, pensada directamente para ser usada con el pulgar. Si nos vamos al minuto 1:02:23 de la keynote de la WWDC14, podremos ver a Eddy Cue utilizando esa interfaz deslizando el pulgar hacia arriba para confirmar el envío del mensaje o hacia la izquierda para cancelarlo:
Las aplicaciones de esto pueden extenderse por todo el sistema: cualquier botón que pulsemos con el pulgar puede convertirse en un pequeño menú circular, que quede por encima del resto de la interfaz, y que se controle deslizando hacia cualquier lado. Mi sentido arácnido me dice que tendremos un iOS 8 lleno de este tipo de soluciones para el iPhone 6. Siempre que éste tenga una pantalla más grande, claro.
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