Ni iPhone, ni Android. Ni siquiera móviles de la era pre-smartphones. Llevamos varias semanas (años en realidad) asistiendo a un debate acerca del uso de móviles en aulas por parte de los menores. Cada uno tiene sus propios argumentos para mostrarse a favor o en contra, pero lo único cierto es que es un asunto que ha explotado y que ya se está empezando a regular.
Dos de las pioneras son Galicia y la Región de Murcia, quienes ya han anunciado un nuevo protocolo que entrará en vigor este mismo lunes 8 de enero y que en cierto modo es un proyecto piloto. La idea es que sirva para crear una regulación a nivel nacional, ya sea de forma similar o con cambios respecto a lo que se ha anunciado ahora.
Ni siquiera en el tiempo de descanso se admitirá el uso de smartphones
El Decreto 8/2015 fue publicado hace ya casi una década para la mejora de la Ley 4/2011 que regula todo lo referente a la convivencia y participación en centros escolares. En ella se limitaba ya a nivel nacional el uso de smartphones, aunque sólo "en horario lectivo". Con sus anunciados nuevos protocolos, Galicia y Murcia pretenden ir a más.
Dice la Xunta de Galicia que el 76% de los centros educativos de la región ya venían tomando medidas similares a las que proponen ahora. Lo hacían por iniciativa propia. Consiste simple y llanamente en impedir el uso de smartphones al alumnado en todo el centro e independientemente de si se está o no en horario de clases o en tiempo de descanso.
Lo mismo ocurrirá en la Región de Murcia, dado que los protocolos que ambas proponen son muy similares (por no decir idénticos). En ambos casos dará igual si el alumno está en el aula, algo que ya estaba muy limitado en todo el país, o si está en el patio del centro o en cualquier otro espacio común como pasillos, baños o zonas deportivas. Nada de smartphones en centros educativos gallegos y murcianos.
Existen excepciones en las que sí se permitirá el uso de un móvil
Tanto el comunicado de la Xunta de Galicia como el del Gobierno de la Región de Murcia, el protocolo está un tanto abierto a que cada centro adapte la norma a sus condiciones particulares y de ahí que se pueda ser más o menos flexible. Si bien la idea es limitar al máximo el uso de estos dispositivos, no se pretende tampoco que llegue a límites absurdos.
Algunas excepciones que se contemplan son las que tienen relación con la salud de los alumnos. Si uno de ellos acude al centro con algún tipo de enfermedad o malestar, se le podrá permitir excepcionalmente portar su teléfono móvil para comunicarse con su familia si es necesario. También en otros casos familiares de índole urgente, aunque se entiende que deberá estar siempre consensuado con el centro y autorización también de la familia del menor.
Otro caso excepcional es que el uso del smartphone forme parte de la enseñanza. Si los fines de su uso son educativos y lo autoriza el profesor y/o el centro, el alumno podrá llevar su dispositivo. No obstante, siempre con supervisión del profesorado, por lo que se entiende que no podrán usarlo para otros fines como chatear, navegar por Internet libremente, acceder a redes sociales o jugar.
Así mismo, esta es una norma que fundamentalmente afecta a estudiantes de primaria y secundaria obligatoria. No se contempla su aplicación en centros de formación profesional con alumnado mayor de edad, por lo que los alumnos de FP de grado medio o superior, así como escuelas de adultos, podrán seguir llevando su smartphone encima y darle uso cuando en sus horas de descanso (durante las clases sí se puede aplicar su limitación).
Un primer paso para otras comunidades y para una regulación nacional
Como ya decíamos al inicio, parece existir un cierto consenso entre gobiernos autonómicos y el nacional a estos efectos, independientemente de los partidos que los conformen. Pilar Alegría, ministra de Educación, ya lo revelaba el mes pasado en una rueda de prensa. En aquella ocasión se puso sobre la mesa la importancia de concienciar a los más jóvenes sobre el "uso abusivo" de estas tecnologías.
Sabiendo que "el Gobierno de España quiere dar una solución a la preocupación (de los padres)", estudiarán con atención la eficacia de protocolos como el que inician Galicia y Murcia en la vuelta al cole de este mes de enero tras las fiestas navideñas. Y además no estarán solos, ya que se espera que otras regiones se vayan sumando a la iniciativa(Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid) a expensas de que el gobierno central tome una decisión.
Imagen de portada | Montaje con fotografía de MChe Lee en Unsplash
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