Tal y como Pedro Aznar dijo en nuestro último directo en vídeo, una gran parte de las innovaciones que presentan los nuevos iPhone se encuentran en su CPU y GPU, invisibles al usuario pero fruto de un gran esfuerzo de ingeniería. Los chips de Apple cada vez son más numerosos y presentes en sus dispositivos, y ya sólo la CPU central de los Mac queda como el último reducto donde todavía son necesarios los procesadores Intel.
Y precisamente por el gran número de procesadores de Apple que han ido apareciendo, viene bien hacer un repaso de todos los modelos para tener claro su pasado, su presente y su futuro. No enfocándonos en sus especificaciones, si no en sus capacidades.
La familia A-S-T-W-H-U
El comienzo de todo no fue el chip A4 como muchos piensan. El iPhone original ya tenía un chip propio de Apple, sólo que en la compañía no decidieron promocionarlo con un nombre corto y fácil de memorizar. No formaba parte de los esfuerzos de márketing de la compañía.
Hablamos de los APL0098, APL0278, APL0298 y APL2298 presentes en los iPhone EDGE, iPod touch de segunda generación, iPhone 3GS y iPod touch de tercera generación sucesivamente. Fueron los primeros experimentos exitosos de Apple, en los que comprobó que sus diseños eran capaces de tener un buen rendimiento y dar margen de mejora.
Por supuesto, tampoco podemos limitarnos a hablar de las CPUS/GPUs de los iPhone: Apple tiene toda una familia de chips clasificados por las funciones que hacen. Vamos con un resumen rápido para verlos.
- La serie A son los chips principales de los iPhone y los iPad, y aúnan la CPU y la GPU de los dispositivos. Se rumorea que más pronto que tarde saltarán también a los Mac.
- La serie S son el corazón de los Apple Watch e incluyen la memoria y el almacenamiento del dispositivo. Es la miniaturización de una placa base a la mínima expresión para que quepa en algo que se coloca alrededor de tu muñeca.
- La serie T tiene varias funciones: controla el sensor Touch ID y la pantalla Touch Bar de aquellos Mac que tengan esos componentes, y en su última generación (T2) también se encarga de la seguridad del arranque de macOS y la gestión de 'Oye, Siri'.
- La serie W son chips que se especializan en la conectividad Wi-Fi y Bluetooth, y están presentes en los primeros AirPods y en los auriculares Beats. También forman parte de los Apple Watch más modernos, aportando eficiencia y velocidades superiores en sus interfaces de conexión.
- La serie H es una mejora de la serie W, y está presente en los AirPods de segunda generación.
- Finalmente tenemos la serie U, que se añade como complemento en los iPhone más recientes y se encarga de procesar todos los datos que llegan de los sensores de movimiento para ser más consciente de dónde se encuentra espacialmente. Es el responsable de la función para compartir contenido en AirDrop apuntando físicamente hacia el dispositivo de la otra persona que aparecerá con iOS / iPadOS 13.1.
La evolución de la Serie A
- La historia de los chips serie A de Apple comienza con el A4, que llegó con el iPad original y el iPhone 4 en 2010. Su frecuencia era de 1 GHz y estaba basado en la arquitectura ARM Cortex A8, y en su época se valoraba su eficiencia energética y la capacidad de su núcleo gráfico para poder reproducir vídeos en h.264 a 720p y 30 fps.
- El A5 fue la primera mejora, basada en la arquitectura ARM Cortex-A9 y presentada con el iPhone 4S y el iPad 2. Más tarde se actualizaría a una versión de 32 nanometros y se equiparía en los Apple TV de tercera generación, el iPod touch de quinta generación y el iPad mini.
- El A5X representó la primera mejora paralela respecto a la generación anterior, pensada para tener un rendimiento gráfico superior al de su hermano A5 y focalizada a los iPad más potentes. En este caso fue el núcleo del iPad de tercera generación. Sorprendió tanto a la competencia que incluso nVidia pidió pruebas de lo que prometía.
- El A6 apareció junto con los iPhone 5, y más tarde también persistieron con el iPhone 5C. Eran más pequeños y casi el doble de potentes, dando uno de los saltos más grandes en rendimiento que hemos visto en un salto generacional de los iPhone. Su hermano mayor, el Apple A6X, potenciaba el iPad de cuarta generación con un rendimiento gráfico mejorado.
- El A7 representó un salto aún mayor, porque fue el primero que trabajaba en arquitectura de 64 bits. Llegó con el iPhone 5s, y aunque no trajo consigo un A7X este chip ya provocó el comienzo de la gran pregunta: ¿llegaremos a ver un chip así en los Mac?
- El A8 fue el chip que equipó los iPhone 6 y 6 Plus, además del iPad mini de cuarta generación. Este chip aún se vende oficialmente: es el que utiliza el HomePod como CPU. La versión A8X llegó con el iPad Air 2, llegando a tener un 250% más de rendimiento gráfico que el A7. Fue una época en la que las mejoras de estos chips eran exponenciales.
- Llegamos al chip A9, presente en los iPhone 6s y 6s Plus. Fabricados a 14 nanometros, estaban cerca de doblar el rendimiento de su predecesor. El A9X fue el primero en equiparse dentro de un iPad Pro, quedando así reservado para esa gama más potente. Si tienes un iPhone SE, que sepas que usas esta generación de chips.
- El chip A10 Fusion se sigue vendiendo en la actualidad con el iPod touch de séptima generación y el iPad de 10'2 pulgadas, aunque aparecieron por primera vez en los iPhone 7 y 7 Plus. El A10X Fusion se equipó en los iPad Pro de segunda generación, que introducía el modelo de 10,5 pulgadas y el refresco de pantalla de 120Hz.
- El A11 Bionic está presente en los iPhone 8, 8 Plus y X. Los dos primeros modelos se siguen vendiendo, así que hemos entrado ya en los chips que forman parte de nuestro día a día. Nada menos que seis núcleos tenemos ya en ese SoC, dos para tareas de alto rendimiento y cuatro para las tareas diarias que economizan más la batería de los dispositivos.
- El A12 Bionic se equipó el año pasado en los iPhone XR y XS, mientras que su hermano mayor A12X Bionic se equipó en los iPad Pro con Face ID de 11 y 13 pulgadas. También lo tenemos en los actuales iPad Air de 10,5 pulgadas y el iPad mini y sus seis núcleos consumen un 50% menos energía que los del A11 Bionic.
- Y finalmente tenemos el A13 Bionic, presentado recientemente con los nuevos iPhone 11 y 11 Pro. Su rendimiento aumenta ligeramente frente a los A12 Bionic, aunque no es una gran revolución respecto a sus predecesores. Se espera que pronto llegue un nuevo iPad Pro que incluya lo que suponemos que se llamará un chip A13X Bionic, pero de momento sólo son rumores y no todas las fuentes están seguras de ello.
¿Qué nos depara el futuro? Sólo los que trabajan en los laboratorios más secretos del Apple Park lo saben, pero lógicamente implicará una mejora aún mayor de la serie A para poder abarcar todas las necesidades que tengan los futuros dispositivos móviles de Apple. Hablamos de terminales de pantallas plegables, accesorios de realidad virtual que trabajen a grandes resoluciones... y por supuesto la posibilidad más que probable que acabemos viendo los primeros Mac basados en ARM que abandonen los procesadores Intel.
Imagen | iFixit.
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