Hoy se cumplen diez años de la carta escrita por Steve Jobs a Adobe, con motivo de Flash. Esta tecnología predominaba en la web de hace una década, proporcionando animaciones en ella, así como la creación de apps, juegos y reproductores multimedia de todo tipo. Sin embargo, con el lanzamiento del iPhone en 2007, Apple se negó a adoptarlo. Una decisión que le valió críticas durante años.
Con motivo del lanzamiento del iPad el 3 de abril de 2010, la polémica resurgió porque el nuevo dispositivo tampoco era capaz de reproducir contenido hecho con Flash. Ahí fue cuando Steve Jobs intervino.
Las seis razones por las que Apple no adoptó Flash en sus nuevos dispositivos
En una carta abierta titulada "Thoughts on Flash", Jobs detalló hasta seis razones por las que Apple no iba a adoptar la tecnología de Adobe. Resumiéndola, tenemos:
- El argumento de que Flash era "open-source", tan cacareado por aquel entonces, era falso. Aunque sus productos tenían una disponibilidad muy amplia, lo cierto es que su destino estaba al 100% en manos de Adobe. Apple eligió estándares abiertos para la web, como HTML5, en vez de Flash.
- Apple apostó por otra tecnología estándar para el video en internet, el H.264. En la versión móvil de las webs, la mayoría de los vídeos en flash se reproducían bajo este estándar.
- La estabilidad, seguridad y rendimiento jugaron un papel esencial. En la época, Flash tenía (y tiene) una mala reputación en cuanto a estas tres cualidades. Como añadido, Apple alegó que llevaban esperando años a ver un dispositivo móvil con Flash en funcionamiento. Algo que jamas sucedió.
- En cuanto a la batería, Jobs recurrió de nuevo al estándar H.264 incorporado en chips móviles. Gracias a esto, se podía descodificar video por hardware en vez de software, un cambio mucho más eficiente energéticamente.
- Flash procedía de un mundo donde el ratón era necesario para interactuar con el contenido. iOS traía una interfaz multitáctil que suponía numerosos cambios en la forma en que se utilizaba la web. Los menús pop-up, rollovers y demás interacciones de ratón no se podían reproducir.
- Por último, la razón más importante para Apple era evitar que un tercero interpusiera su capa entre la plataforma y el desarrollador. Con ella en medio, las apps no pueden aprovechar las nuevas APIs y tecnologías de la plataforma hasta que la "capa" las adopta, añadiendo un intermediario que ralentiza el avance (o lo hace imposible).
Una serie de contundentes razones que ponen de manifiesto la era en la que fueron expuestas. Una especie de frontera entre lo antiguo, representado por el PC, y lo nuevo, encarnado en los dispositivos móviles como el iPhone y iPad.
La respuesta de Adobe a Jobs
Adobe no se quedó de brazos cruzados. Unos días después, respondió a la carta de Jobs con una campaña de anuncios y un comunicado afirmando su "amor" por Apple. En ella se enfocaba en su papel como herramienta de desarrollo, facilitando la vida a los desarrolladores multiplataforma.
Este punto fue precisamente el expuesto al final por Jobs en su carta. Mientras que el desarrollo multiplataforma es algo que se busca en muchos desarrollos de software, lo cierto es que deben recurrir a funciones que están presentes en todas las plataformas a las que aspiran a distribuir su software. Una especie de mínimo común múltiplo, pero que deja fuera las particularidades de las plataformas.
Para Apple, Flash era un obstáculo para obtener apps modernas y avanzadas en el iPhone y el iPad. Adobe aseguró durante años que todos los problemas se resolverían mágicamente en la siguiente iteración de Flash, algo que acabó cansando a los espectadores tecnológicos y empresas como Apple.
Al final, la ubicuidad de Flash no era el problema. Lo que se debatía entonces era qué tecnologías marcarían el ritmo del futuro. Y en ellas, Flash no contaba con la mejor propuesta. Solo tenía su omnipresencia como principal baza.
Imagen | Tatsuo Yamashita.
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