El mundo tecnológico se ha visto sacudido por un fenómeno que ha perjudicado sus operaciones, lanzamientos y nuevos productos. Se trata de la escasez mundial de chips, cuyos efectos empezaron a notarse a finales de 2020. Mientras que numerosas empresas se han visto afectadas de diversas formas, Apple ha conseguido esquivar la bala de la escasez con bastante soltura.
La ausencia de noticias sobre el impacto de esta situación en las operaciones de Apple se explica gracias a las medidas de contingencia que ha desplegado. Medidas que pueden resumirse en cinco palabras: pagos anticipados y grandes pedidos.
Una demanda acelerada de chips que la producción sigue a duras penas
La crisis de los semiconductores es la consecuencia de una tormenta perfecta. Una en la que la industria de electrónica de consumo no es la única afectada. Cualquier sector en el que los microchips formen parte de la cadena se ha visto afectado. Automóviles e incluso electrodomésticos como neveras o lavadoras utilizan chips con una frecuencia y abundancia cada vez mayor.
La pandemia ha acelerado la adquisición de procesadores de todo tipo, desde ordenadores a tablets y teléfonos. El teletrabajo ha sido el momento en que muchos usuarios y empresas han decidido renovar o adquirir nuevos equipos con los que elaborar su trabajo en remoto. Y esto ha añadido tensión a una cadena de suministros que ya estaba al límite.
Aumentar la capacidad de fabricación de chips no es nada fácil. De hecho, se requieren inversiones muy grandes para levantar unas fábricas con tecnología punta. Construirlas requiere, a su vez, un tiempo y planificación considerables, asumiendo un riesgo elevado a la hora de recuperar lo invertido. De ahí que la capacidad de producción de chips sencillamente no dé abasto.
La consecuencia es que los fabricantes deben tomar decisiones difíciles. Entre ellas, se encuentra el establecimiento de cuotas a sus clientes para evitar la acumulación innecesaria de stock o la priorización de chips premium más rentables. Estos últimos se encuentran en ordenadores y, sobre todo, smartphones de última generación y perjudicaría a otros menos punteros de automóviles, electrodomésticos y resto de electrónica de consumo.
Volumen, anticipación y pagos por adelantado para asegurarse el suministro de Apple
En la conferencia de resultados del pasado martes, Apple mencionó por primera vez la escasez mundial de chips a preguntas de un analista. La compañía se mostró bastante optimista dentro de la situación actual, asegurando que los chips de iPhone y iPad de gama alta no suponían un problema, mientras que en generaciones anteriores sí que habían notado cierta escasez, aunque nada alarmante.
Esto encaja con lo que hemos visto en el apartado anterior, donde los chips A14 y M1 del iPhone 12 y iPad Pro 2021 son los más avanzados de la industria. Apple consigue que sus proveedores prioricen los chips de la manzana gracias a una combinación de factores:
- Apple siempre ha sido un buen cliente al comprar componentes en grandes volúmenes, recibiendo rappels sobre ventas como consecuencia.
- El pago de los pedidos se realiza por anticipado, asegurando espacio de fabricación y entregas cuando son necesarios.
- Apple ha llegado incluso a invertir junto a sus proveedores para construir capacidad de fabricación, desarrollar tecnologías y así asegurarse el suministro.
Como vemos, se trata de algo que va más allá de poner un talón bien suculento encima de la mesa. Es algo que está más relacionado con la seguridad y tranquilidad que puede darte trabajar con un cliente como el de Cupertino. Si echamos un vistazo a las finanzas de Apple, veremos un cambio en el último Q3 de Apple:
- Obligaciones de compra en Q3 2017: 23.400 millones de dólares.
- Obligaciones de compra en Q3 2018: 31.400 millones de dólares.
- Obligaciones de compra en Q3 2019: 29.800 millones de dólares.
- Obligaciones de compra en Q3 2020: 30.300 millones de dólares.
- Obligaciones de compra en Q3 2021: 38.200 millones de dólares.
Comparado año a año, el salto del Q3 de 2020 al Q3 de 2021 es evidente. 7.900 millones de dólares adicionales en obligaciones de compra que no se pueden cancelar sin fuertes penalizaciones. Todo indica que gracias a estas tácticas, Apple lanzará el iPhone 13 el próximo mes de septiembre.
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